LIBER ANDRADE SALAZAR
Las últimas decisiones del Consejo de Participación Ciudadana Transitorio han incomodado a funcionarios públicos incluidos asambleístas correístas y oficialistas que pretenden coartar las atribuciones del Consejo, fruto de la decisión del pueblo ecuatoriano otorgado en consulta popular de 4 de febrero, tomando en cuenta que la soberanía radica en el pueblo cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución. No olvidemos que lo trascendente para la decisión de ir a las urnas fue que tanto la Asamblea Nacional como el Consejo de Participación Ciudadana Correísta y otros órganos de control dejaron pasar una serie de actos de corrupción que alarmaron la moral de los ecuatorianos honestos.
Por tanto, el cacaraqueo de los amigos de la corrupción no puede ser tolerada por los ecuatorianos ni las instituciones encargadas como la Corte Constitucional de velar porque seamos un país libre de corrupción como determina el Art. 3.8 de la Carta Magna.
Además, los honestos tenemos un instrumento mas para exigir el aniquilamiento de la corrupción, como es la Agenda 2030 adoptada en septiembre de 2015 por la ONU y puesta en marcha por este gobierno en abril de 2018, pues el objetivo 16 de desarrollo sostenible categóricamente dice: 16.5.- Reducir considerablemente la corrupción y el soborno en todas sus formas.
Para mañana 9 de mayo se ha convocado a la ciudadanía, a respaldar al Consejo de Transición liderado por el Dr. Julio César Trujillo, siendo necesario hacerlo, porque la voluntad popular no puede estar al vaivén de unos cuantos bailarines de la política que antes del 4 de febrero dijeron si a la consulta y, tampoco estar confiado de lo que diga la justicia constitucional aún correísta.