“De a poco toda la gente va a ir abandonando el comportamiento ovejuno y va a empezar a respirar esta libertad nueva, que es como me siento yo, a gusto». Lenín Moreno. Frase célebre apuntada en la historia ecuatoriana, después de diez años de miserable mediocridad dictatorial. El déspota, sin pena ni gloria abandonó el país, dejándolo destruido institucional, económica, y moralmente, por lo que, para despedirlo fue necesario un gran resguardo policial.
No es verdad, que el super honoris causa de Correa, dejó la mesa servida al gobierno entrante, quien se ha ratificado diciendo: “No hay tal mesa servida, esa es la pura y neta verdad”. “Creo que se podía haber sido un poquito más mesurado al momento de dejar cuentas en mejores condiciones”, pero, «ahora se respira libertad y eso es maravilloso». Lenín Moreno. El gobierno de Correa mintió a los ecuatorianos a través de Patricio Rivera, quien temerariamente manipuló las cuentas del erario nacional. “Por esa forma de disfrazar las cifras, en Brasil le acusaron a Dilma Rousseff de haberlas manipulado y la derrocaron por eso. Sin embargo, aquí nadie ha cuestionado la manipulación de las cifras, el contabilizarlas inadecuadamente. Cuando las cifras son falseadas, estamos hablando de un acto de corrupción. Pero el gobierno hizo todo un escudo para evitar la fiscalización, para amparar la corrupción y la impunidad”. Eduardo Valencia. De esta realidad Moreno dice: “Me votan al Minotauro encima, y perdido en el laberinto de las deudas del antecesor”. Coimas, son la herencia maléfica, que debe ser sancionada. Construir un nuevo país es tarea de todos, recuperar la honorabilidad está en el comportamiento humano. “No repartas riqueza: reparte trabajo. Así elevarás el nivel de vida del pueblo”. Eugenio Garza Sada.