Cartas al Director…

¿Y qué hacemos con…?

Pitos de carros, polvareda, smoking y el tronar de motocicletas en las calles de Loja es la tónica.
Ninguna autoridad por lo que se ve se ha dado cuenta hasta hoy de este problema. Es realmente estresante salir a las calles de Loja y palpar en carne propia la polvareda y smoking provocados por autobuses y otros automotores, a más de esto huecos en las calles y por último le sumamos el excesivo uso del claxon de los carros y el tronar de las motocicletas.
Como yo, muchos me darán la razón de este padecimiento de todos los días, el bullicio de las motocicletas y pitidos de los carros son para volverse loco, lo peor, que el conductor neurótico, con su desesperación pone a temblar a los demás y ocasionar un shock de nervios, sobre todo en los niños y adultos mayores. A este tipo de conductor si lo regresamos a mirar en su volante tiene un semblante impaciente y aturdido.
El pito y el freno suenan tan horribles que no se soporta por más que nos tapamos los oídos. Le pregunté al conductor el por qué sonaba así y ni siquiera me escuchó, parecía que este chofer ya estaba sordo.
Y qué me dicen de los taxistas, los carros particulares y las motocicletas que son unos expertos en caos, en su mayoría, cuando se la pasan pitando por todo lado y a veces por nada.
Si son los taxistas, por ejemplo, no pueden ver a una persona parada en la vereda porque inmediatamente le pitan, las motociclistas en su gran mayoría hacen sonar sus motos que dejan estremeciendo las paredes de la ciudad.
Me he topado a diario con busetas particulares y de compañías que en su mayoría éstas funcionan a diésel y es sorprendente ver cómo van dejando unas cortinas enormes de humo, producto quizá de que ese automotor necesita una urgente reparación.
¿Cuándo seremos una ciudad realmente tranquila? Es la pregunta que me hago todos los días y hasta que las autoridades tomen cartas en el asunto seguiré opinando con incesante clamor: ¿Y qué hacemos con…? (O)

Lcdo. Omar Vinicio Guamán
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