Cartas al Director…

Recibimientos diferentes

En medio de tanta delincuencia, muertes violentas y corrupción política, que ya nos tiene saturados, en este mes de junio los medios de comunicación tuvieron que matizar sus noticieros con dos gratas noticias que llenaron de alegría y orgullo al país: el triunfo del ciclista Richard Carapaz en el Giro de Italia 2019, segundo latinoamericano en conseguir ese título, y el triunfo de Glenda Morejón en los 20 km marcha, en La Coruña-España, imponiendo una nueva marca sudamericana, y adueñándose del nuevo récord mundial en esta categoría, consiguiendo el cupo para el mundial de marcha en Doha-Catar y para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Están por consagrarse también los jóvenes de la selección ecuatoriana de fútbol sub 20, quienes nos traerán el regalo de una honrosa ubicación en el tercero o cuarto puesto en el Mundial de Fútbol Polonia, un hecho sin precedentes.

Como era de esperarse, hoy se suma todo el país a la caravana del triunfo, aunque en su proceso de formación y entrenamiento, los deportistas no reciben el apoyo que requieren del Estado. En lo referente al recibimiento que se les hizo, al ciclista y a la marchista, se pudo observar una gran diferencia. Mientras a Richard se lo recibió en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito con merecidos honores y concentración multitudinaria, a Glenda no se le hizo el mismo homenaje de bienvenida; su llegada fue fría y casi pasa desapercibida. De no ser por los medios de comunicación, ni siquiera nos enterábamos de que esta valiente luchadora, que venció a las mejores del mundo, había retornado al Ecuador. Son las injusticias de la vida que a ella no la podrán doblegar. El mérito de Glenda y de Richard está en sus orígenes de pobreza y humildad, que los hace más grandes, más admirables, más encumbrados en el pedestal de la gloria, convertidos en referentes de ecuatorianidad.

Dr. Camilo Espinosa Pereira