¡Abrazo y Feliz Año!

Por. Sara Serrano

Lo más hermoso del fin de año es el abrazo familiar emocionado, sentido a quienes valoran nuestro amor, nos han apoyado en las dificultades y han compartido nuestras alegrías. La algarabía de años viejos, monigotes, viudas irreverentes y toda la mascarada con que despedimos al 2017 son una pintura de la sátira popular.

La sátira puede tener un alto contenido ético por su capacidad de evaluación y crítica. La risa inteligente y sencilla ha desacralizado al poder. Una sátira sana nos ayuda a pulirnos sin pisotear ni lastimar a nadie. Pensar en todos los propósitos del año nuevo es detenerse en la ética pues, como resumen las escrituras: ¿de qué nos sirve conseguir todo el mundo si al final perdemos nuestra alma?

No se trata de todos los propósitos para 2018, sino del cómo los obtendremos. Ecuador tiene que sanar mucho en temas de ética. El diálogo es un paso, la lucha contra la corrupción es otro, pero queda una montaña de tareas: recomponer la economía, la confianza y la justicia. Por citar un ejemplo en materia de comunicaciones y libertad, a pesar de que ya no se escuchan estridencias gubernamentales, la Radio Católica perdió sus repetidoras en Cotopaxi y Tungurahua.

La ética implica respeto a la diversidad de discursos, pensamientos y asociaciones. Que el nuevo año dé un norte sabio a nuestros propósitos, como ese lúcido mensaje que me envió un colega sobre algunas creencias centrales: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”, del cristianismo. “No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo”, del budismo o el resumen de los deberes del hinduismo: “No hagas a los demás aquello que te cause sufrimiento a ti”.

Sea la ética nuestro abrazo bondadoso y la luz que guíe nuestros actos en 2018. ¡Feliz año!

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