Los martes en la plaza de ropa de La Laguna, los comerciantes no cubren ni el 50% de los puestos, los pocos que llegan al lugar instalan su mercadería desde las 08:30 o 09:00 y es que cada vez hay menos por la poca afluencia de consumidores. Los sábados sí se copa la plaza, pero las ventas ya no son como antes, dicen los comerciantes.
Jhonatan Jaramillo, comerciante de ropa y ex dirigente, manifestó que la desunión de los vendedores es uno de los aspectos esenciales para que ya no haya la organización de antes, y a esto se suma la poca preocupación de las autoridades por apoyar con publicidad a este lugar.
Informó que en la plaza hay 300 puestos, que los sábados sí se copan, pero los martes no llegan ni al 50%, y es que la mayoría de comerciantes son de Tungurahua y Pichincha.
Dentro de los pedidos puntuales para las autoridades, aunque todavía no lo han hecho de manera formal a la nueva administración municipal, Jaramillo destacó que hace falta la presencia de policías municipales, más luminarias y que se verifique que los lunes luego de la feria agroecológica se haga la debida limpieza porque los martes siempre encuentran basura en la plaza.
Además, consideran que se debe hacer mayor publicidad de este lugar para que la gente acuda y un mayor control a los comerciantes informales que se instalan en zonas céntricas de la ciudad.
Para otras dos comerciantes de esta plaza, que no quisieron dar su nombre, uno de los principales problemas para que hayan bajado las ventas, es la falta de control al comercio informal en El Salto y en el puente Cinco de Junio, donde se instala gente de diferentes partes del país, venden su mercadería y se van, sin pagar un solo centavo ni aportar para la ciudad.
“Nosotros pagamos una patente anual para poder instalar nuestros puestos, yo tengo tres espacios y por estos pago 200 dólares al año, talvez no sea mucho pero aporto con la ciudad, mientras otras personas vienen con su mercadería se instalan en una esquina, venden todo lo que traen y se van.
Eso nos perjudica, por lo que las autoridades deben ejercer un mayor control sobre los informales”, dijo una de las comerciantes que vende ropa de niño. Añadió que debería existir una mayor organización con los comerciantes de San Sebastián y hacer una fusión porque muchos vendedores de La Laguna se van en la noche a San Sebastián a comercializar su mercadería, cuando todos podrían vender más con una publicidad adecuada y en un solo sitio.
Para Inés Morales, comerciante de ropa de mujer, hace falta más publicidad de esta feria para que la gente acuda y que se haga un control estricto a los comerciantes informales.
Maribel Lutuala vende ropa deportiva para hombres y mujeres, considera que sí han bajado las ventas porque los informales se ubican en zonas estratégicas de la ciudad y no hay control, por lo que esperan mayor apoyo de las autoridades para mantener su actividad (VHG)