Venezolanos solicitan una prórroga para salir del país

FRONTERA. Los menores sin pasaporte reciben la Tarjeta Andina en Colombia para continuar el viaje.
FRONTERA. Los menores sin pasaporte reciben la Tarjeta Andina en Colombia para continuar el viaje.

La reunificación familiar es una de las razones humanitarias para permitir el paso de migrantes. La angustia crece.

Redacción TULCÁN

Ayer, Migración de Colombia, en el Puente Internacional de Rumichaca, frente a Ecuador, comenzó a despachar la Tarjeta Andina (TA) para los menores de edad que viajan con sus padres a Ecuador, Perú y Chile.

Un funcionario, que pidió reserva de su nombre, explicó que bajo el principio de reunificación familiar se están haciendo excepciones para que las familias no se desintegren y puedan llegar juntos a su destino.

Si el padre o la madre cuentan con el pasaporte, sus hijos acceden a la TA, que en Migración Ecuador no se expide a quienes llegan de Venezuela, desde el pasado sábado.

El anuncio de las autoridades colombianas animó a más de unas 300 personas que permanecían enlistadas en los exteriores del Centro Binacional de Fronteras (Cebaf) de Colombia, a la espera de realizar el sellado del visado para avanzar.

Mientras que en Migración de Ecuador, hasta pasado el mediodía, no había gente efectuando ningún tipo de trámite. Allí, la medida se cumple a ‘raja tabla’, como aseguran los extranjeros, que están atascados y desesperados en ese lugar.


Demandan prórroga

La gente que permanece ya tres días en la zona de frontera ecuatoriano-colombiana está pidiendo una prórroga para salir del territorio nacional, razón por la cual decidieron plasmar un pedido a través de un documento.

Ante la negativa del Gobierno ecuatoriano de revisar la medida que no permite la internación de ciudadanos llaneros con cédula y TA, 677 personas que están en carpas y en las playas del Cebaf, optaron por firmar la demanda que se entregó a la Defensoría del Pueblo.

Elimar Moreno, oriunda de Coro Falcón, quien oficia de vocera de este grupo, que creció en la tarde, dijo que demandan el respeto a los Derechos Humanos y la movilidad. “Queremos que se brinde un tiempo para llegar hasta la frontera peruana, donde se tomará una medida similar el 25 de agosto”.

Una representante de la Defensoría del Pueblo de Carchi, tras una reunión con los migrantes, habría manifestado que no quieren crear falsas expectativas y pidió esperar el resultado de las gestiones que se comprometieron a realizar.

Todos están decididos a no regresar, ya que salieron a buscar un mejor futuro económico en Perú o Chile. Muchos se endeudaron para realizar este forzado viaje y si retornan no podrán recuperar el dinero.

Los gastos que han realizado en las últimas 72 horas en Rumichaca, especialmente en comida y líquidos, los está dejando sin los recursos para los próximos pasajes, como indica Marcia González, de Caracas.

Pese a que la situación es adversa, esperan una respuesta y el respaldo de los organismos internacionales, caso contrario alistan las maletas para continuar como irregulares por trochas y caminos de segundo orden hasta llegar a la frontera sur.

Una veintena de emigrantes tienen los pasaportes que vencerán el 10 y 11 de febrero del 2019; sin embargo, los funcionarios ecuatorianos no les permiten ingresar, argumentando que no tienen más de 162 días.

Jesús González, electricista de Barinas, indicó que está a punto de perder el pasaje que lo llevaría a Santiago de Chile, donde debe presentarse en pocos días a un nuevo trabajo.

“El 11 de febrero vence mi pasaporte, la última alternativa será continuar con o sin él”.

Continúan sin pasaporte
Entretanto, los primero grupos de venezolanos sin pasaporte, cansados de esperar y preocupados porque en Perú se aplicará una acción parecida, a partir del próximo viernes, decidieron continuar el periplo caminando.

Unos 20 jóvenes profesionales que salieron desde Portuguesa y otras poblaciones venezolanas, tomaron después de las 11:00 la Panamericana para hacer una primera parada en El Juncal (Imbabura).

“Ya no es culpa, queremos cumplir con las normativas, pero con estas trabas debemos arriesgarnos para burlar los puntos de control migratorio”, dice Grendys Gallardo, quien cuenta que llevan un mes 17 días andando.

“No podemos perder tiempo, ya que nuestros hijos y padres esperan algún tipo de envío de dinero”, agrega Mayerly Laguna.

Una de las chicas cuenta que dejó dos niñas en Valencia y que ellas y sus padres no saben que viaja a pie. “Espero que este esfuerzo sea recompensado y poder sacar adelante a mis niñas”.

Ellos saben que corren peligro y cuentan en voz baja que han sido tentados por redes de coyoteros, que ofrecen por 1.000 dólares llevarlos directamente al Perú. En las noches, cuando descansan en las carreteras, hacen guardias para proteger la integridad de sus compañeras y sus pertenencias.

Así, Rumichaca acoge a los migrantes que se sienten acorralados, ya que no saben hacia dónde ir. El frío y el hambre afectan a más de 800 que hasta ayer copaban el Cebaf. (CMRV)