Factores como la falta de apoyo estatal, la baja productividad y la poca investigación, entre otros, ha provocado que el sector cafetero siga sin levantar cabeza, a pesar de que las condiciones internacionales del mercado han mejorado.
En un año, de febrero de 2019 a febrero de 2020, el precio del café arábigo subió 16,75%. La libra pasó de $0,95 a $1,11 dólares. Sin embargo, la producción nacional no ha podido recuperar los niveles que tenía en 2012, cuando se alcanzó el pico de 56.000 toneladas de exportación, con un ingreso de más de $260 millones.
Desde 2013, pero con mayor fuerza desde 2017 a la fecha, las exportaciones han caído a 13.000 toneladas, mientras los ingresos pasaron de $119 a $83 millones, según cifras oficiales del Banco Central del Ecuador (BCE).
‘Acciones aisladas’
Eduardo Domínguez, ingeniero agrónomo y vinculado al cultivo del café, explicó que esta situación, en primer lugar, es consecuencia directa de que desde los años 60’, cuando se acabó el esquema de cuotas de producción, no se ha implementado una verdadera y efectiva política pública para el sector. “Todo han sido acciones aisladas e inconexas. En los últimos años, muchos cultivos se han perdido por falta de apoyo”.
Agregó que el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap) ha sido relegado, tanto financiera como administrativamente, con lo que se redujeron drásticamente las búsquedas de variedades más productivas. Eso también ha afectado dramáticamente la productividad por hectárea sembrada.
Gasto ineficiente
Askley Delgado Flor, expresidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé), ha recalcado que no solamente ha habido una clara falta de apoyo estatal, sino también un derroche o ineficiente gasto. A esto se suma, un excesivo costo por servicios públicos ineficientes. “La energía se corta a cada momento sin que haya una solución, y eso implica enormes costos para las pocas fábricas que quedan”, aseveró.
Durante el Gobierno de Rafael Correa se promocionó la llamada minga del café y del cacao, que supuso una inversión superior a $200 millones, pero se vieron resultados positivos.
Xavier Lazo, ministro de Agricultura, ha reconocido que el agro del país, no solo el café, tiene problemas estructurales que no se pueden resolver de manera inmediata, pero parte de las estrategias a corto y mediano plazo tienen que ver con la tecnificación de la producción y la apertura de nuevos mercados de exportación. (JS)