Los parientes del interno, dicen que no tiene ni con qué cubrirse del frío.
Los familiares de una persona privada de la libertad están preocupados, luego de que el joven fuera trasladado hasta la cárcel regional de Turi, en Cuenca, Azuay.
Se trata de un joven que estaba cumpliendo una pena de 19 años en el Centro de Rehabilitación Social Bellavista, en Santo Domingo de los Tsáchilas, sin embargo, la semana pasada habría sido trasladado hasta el centro de Turi, en la provincia del Azuay.
Preocupación
Ana, hermana del hombre, comentó que él ya tenía casi dos años en Santo Domingo, pero que ahora que lo trasladaron “lo enviaron en pantaloneta, zapatillas, como estaba los fueron llevando como si fueran animales”. Ella dice que lo que piden es que se humanicen porque según lo que manifiesta, su hermano estaría durmiendo en el piso.
Ana dice que no han podido ir a visitarlo por falta de recursos pero que lograron comunicarse con él y les dijo que no tenía cobijas y dormían en el piso, aproximadamente 10 personas, mientras los designaban a las celdas que iban a ir.
La madre de Ana también pide ayuda para su hijo, pues no cree que sea justo el trato. Manifiestan haber ido hasta el Centro de Bellavista por las pertenencias del joven pero no pudieron encontrar al encargado, según sus palabras y ni pudieron sacar las pertenencias para tratar de llevárselas al otro centro carcelario.
Respuesta
Sobre el hecho, desde el departamento de Comunicación de la Coordinación Zonal 4 del Ministerio de Justicia, se informó que no hay registros de que alguien haya ido a pedir las pertenencias, además se dijo que en estos casos es necesario que se ingrese un documento solicitando la entrega a la directora del Centro, se lo debe hacer de manera formal.
También se explicó que cuando los internos son trasladados se los lleva sin nada, pero en la cárcel regional a la que van les dan kits de aseo y de vestimenta. (VG)
Lejos
Para los familiares del interno, se les hace difícil ir a visitarlo hasta Cuenca, debido a la falta de recursos económicos y a una enfermedad de la madre que no le permite ir a la Sierra, lo que les preocupa aún más porque no pueden ver cómo se encuentra el joven.