¿Puede la altura protegernos frente al Covid-19?

ESTADÍSTICAS. La investigación estudió tres países que cuentan con grandes ciudades al nivel del mar y de gran altura: Ecuador, Bolivia y China (Tibet). AFP
ESTADÍSTICAS. La investigación estudió tres países que cuentan con grandes ciudades al nivel del mar y de gran altura: Ecuador, Bolivia y China (Tibet). AFP

Mientras el virus se propaga, las estadísticas apuntan a que en zonas de gran altura, el virus es menos violento; ¿por qué?

Desde que el nuevo coronavirus rompió las fronteras chinas y se esparció por el mundo, no todas las regiones geográficas sufren consecuencias iguales. Ahora, que existen estadísticas mundiales bastante confiables con respecto a tendencias (aunque no al número de contagios), la ciencia estudia los números y aplica todo su conocimiento para buscar explicaciones.

Es así como el investigador boliviano, Christian Arias Reyes, candidato a obtener un PhD en la Université Laval, en Quebec, Canadá, junto a un equipo del departamento de Biología Molecular de esa universidad, aplicaron lo que conoce la ciencia sobre este y los anteriores coronavirus (SARS y MARS), para explicar por qué en las ciudades más altas, el virus no se muestra tan letal.

En un diálogo exclusivo con LA HORA, Arias Reyes explica que la investigación apunta a que, efectivamente, la altura tiene dos efectos que pueden ayudar a proteger a la población: los fisiológicos, que desarrolla el cuerpo para adaptarse a vivir en la altura; y ambientales, que pueden reducir la vida del virus, cuando está expuesto al aire libre.

Adaptación de altura

El coronavirus (tanto el Covid-19 como su antecesor el SARS), no se aloja en cualquier cuerpo. Una vez que entra al cuerpo, por ejemplo por el tracto respiratorio, busca “pegarse” a ciertas células.

Sin embargo, el Covid-19 discrimina y solo puede pegarse a las células que contienen -de manera natural- una proteína llamada ACE2. Esta proteína se presenta en células del sistema respiratorio, así como en los pulmones, el corazón, arterias y venas, riñones e intestinos, y es la encargada de regular la presión sanguínea.

Las investigaciones indican que esta sustancia, ACE2, es la principal responsable de que una persona contraiga el virus. Si no se encuentra en cantidades suficientes, el virus no tiene de dónde agarrarse, y muere en el intento.

Este estudio demuestra que bajo las condiciones de “gran altura”, es decir, aquellas personas que se han adaptado a vivir en zonas por sobre los 2.500 metros sobre el nivel del mar, presentan un muy bajo nivel de esta proteína en sus células. Por tanto, el virus tendría menos posibilidades de contagiar a tantas personas como a nivel del mar.

Aún cuando el virus logre infectar a una persona, el estudio indica que en muchos casos, los síntomas podrían ser menos graves y, en consecuencia, las posibilidades de sobrevivir el ataque del Covid-19, mayores.

Los efectos ambientales

“No es cierto que el virus no sobrevive en altas temperaturas”, asegura Arias Reyes, quien advierte que las teorías de que en el verano bajarán las tasas de contagio, debido a las altas temperaturas en ciertas partes del mundo, no tienen fundamento empírico.

8 a 1 proporción de contagios en Guayas vs. Pichincha. En Bolivia, es de 4 a 1 entre Santa Cruz y La Paz.Sin embargo, ciertas condiciones ambientales sí podrían incidir en una menor tasa de contagio del coronavirus en zonas de altura. Mientras más alta la región, indica el estudio, mayor exposición se tiene a rayos UV (tipo A y B). Si bien se utiliza la luz UV tipo C para desinfectar, ya que tiene el poder de destruir bacterias y virus, la del tipo A y B que se recibe del sol y en mayor cantidad en zonas como la sierra ecuatoriana, sí tiene la capacidad de deteriorar y eventualmente destruir el material genérico del virus.

Por otro lado, los cambios bruscos de temperatura hacen que en zonas altas, exista una menor densidad de materia en el ambiente (humedad, polvo, polen) y con esta menor presión atmosférica, la distancia por la que viaja el virus, podría reducirse.

En otras palabras: es posible, y Arias Reyes no deja de enfatizar el “posible”, que en las zonas de altura, el virus no logre viajar esos 2 metros de distancia que nos exigen las nuevas normas de convivencia social, porque a medio camino, caería por su propio peso.

Eso sí, una advertencia

El estudio no sugiere que los habitantes de zonas de altura puedan desarrollar algún tipo de inmunidad.

7,5 a 1 proporción de muertes en Guayas vs. Pichincha. En Bolivia es de 2,9 a 1, entre Santa Cruz y La Paz.La investigación, publicada el 22 de abril por la revista científica del Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Maryland, EE.UU. recoge información teórica sobre el comportamiento de los coronavirus, durante esta pandemia y en el pasado.

Arias Reyes advierte que si bien los resultados no deben tomarse como evidencia o deben remplazar las estrictas medidas de prevención que sí reducen el contagio, se intenta explicar por qué las ciudades de altura presentan menor morbilidad y mortalidad frente al Covid-19.

Asimismo, el científico explica que las estadísticas mundiales sí muestran que las poblaciones que viven en zonas a partir de los 1000 metros sobre el nivel del mar, empiezan mostrar una reducción de cifras. Sin embargo, los mayores efectos se ven a partir de los 2.500m (gran altura)