«Te pedimos Señor por su intersección… Celebramos algo propio de nuestra nación y de nuestra fe… Es parte de nuestra nacionalidad y de nuestro pueblo…”.
Monseñor Fausto Gabriel Trávez Trávez.
Promesa Cumplida y la satisfacción de haber llegado a pie, eso es lo que le queda a Margarita Simbaña, madre de familia que desde los 15 años participa de la romería a El Quinche. Ella asegura que el milagro lo ve reflejado en su hijo que a los tres meses de nacido le dio un infarto y clínicamente le dieron por muerto pero por un poder divino él despertó.
El menor ahora tiene 17 años y la mujer en noviembre de cada año camina hacia el santuario de El Quinche en agradecimiento a la “Mamita” como ella la llama. Cuenta que el día que los doctores le dijeron que su hijo estaba muerto desesperada alzó su mirada y clarito la vio a la imagen de la virgen en el espaldar de la cama, de pronto su hijo abrió los ojos y todo cambió.
La mujer agotada después de haber caminado toda la noche se dio modos para levantarse, después de incorporarse completamente confesó que hasta el día que Dios le permita caminar peregrinará al santuario de El Quinche, con lágrimas dice que agradece a Dios el tener a su hijo vivo.
Como esta devota, cientos de peregrinos salieron en la noche del viernes caminando hacia el Santuario de El Quinche, todos motivados por su fe y en agradecimientos de los favores recibidos. Otros peregrinos lo hicieron ayer en la noche y en la madrugada de hoy pero con la misma fe y la misma devoción, son un promedio de nueve horas de caminata, todo en agradecimiento a los milagros recibidos o buscando paz en su espíritu.
Los peregrinos que participan de esta caminata de fe son de diferentes partes del país. Hay gente de Ambato como es el caso de la Familia Toaquiza, que desde hace 20 años llegan hasta el Santuario a ofrecer una serenata, le llevan ofrendas a la virgen, comparsas y lo principal sus oraciones de agradecimiento.
Al pie del pretil del templo con banda de pueblo y danzantes ayer le agradecieron a la virgen de El Quinche por los favores recibidos, esto mientras al interior de la iglesia se oficiaba misas a cada hora.
La gente que llegó a tratar de descansar en las inmediaciones del parque Central terminó disfrutando de un piquete de música a ritmo de banda de pueblo. Los danzantes pusieron a bailar a los que todavía les quedaba fuerzas para hacerlo.
La ceremonia.
A las 10:00 en cambio, en el Campo Mariano, en los exteriores de El Santuario monseñor Fausto Gabriel Trávez Trávez, a las 10:00 ofició una misa campal de agradecimiento a la fe. A cientos de feligreses les explicó que la Iglesia acepta la veneración a la virgen de El Quinche, que es un patrimonio de la Iglesia y aclaró que la gente no adora sino que venera a la imagen.
El sacerdote hizo hincapié en un pedido del papa Francisco, dijo que no se cansarán de pedir la paz de las familias. “El que perdona Olvida y el perdonado cambia. Cómo una persona puede educar a sus hijos sino sabe perdonar”, dijo.
De la ceremonia participaron centenares de peregrinos, se ofrecieron loas a la virgen de El Quinche, la gente se arrodilló en varios pasajes de la ceremonia, con lágrimas en los ojos pidieron al cielo perdón para sus pecados. (PSD)
Ambiente
° El poblado entero volvió a vivir una fiesta. La gente de los alrededores volvió a sentir la entrega de los fieles a su devoción. Mariana Cruz, oriunda de Santo Domingo de los Tsáchilas, contó que el año anterior caminó embarazada y ayer en cambio lo hizo con su hijo con meses de nacido.
La mujer tiene en su mente que son siete veces las que tiene que ir caminando para que se conceda el milagro, desde la primera vez que caminó hacia el santuario sintió que la virgen de El Quinche ha obrado, lo dijo porque goza de buena salud.
El poblado entero recibió organizado a los feligreses. A los comerciantes se los ubicó a lo largo de la calle Cuenca, allí se pudo adquirir los dulces y los recuerdos de la romería, se vendieron los escapularios, velas, cañas, dulces de guayaba, caramelos y otros detalles.
El Dato
240 efectivos de la Policía Metropolitana estuvieron al cuidado del espacio público en el Santuario de El Quinche, lo hicieron en tres turnos de 8 horas.