La búsqueda de una identidad clara para Quito es necesaria para explotar el turismo en la capital.
Gracias a los World Travel Awards, también conocidos como los ‘Óscares’ del turismo, Quito se ha consagrado como el Destino Turístico Líder en Sudamérica por seis años consecutivos (2013 – 2018). Estos reconocimientos, sin embargo, no han significado un aumento en las cifras relacionadas con el arribo de turistas extranjeros.
De 2014 a 2018, el promediode turistas que arribó a la capital ha sido de 677.000. Para este año, Quito Turismo estima una proyección de 704.000, pero aún esta cifra está alejada del pico más alto que se ha registrado en este periodo y que ha sido de 712.000 turistas, en 2015 (ver gráfico).
El estancamiento en el número de visitantes extranjeros se repite en otras estadísticas del sector. El gasto diario por turista también se ha mantenido en un promedio de 104 dólares, mientras que el gasto medio ronda los 582 dólares. Lo mismo ocurre con la estadía, que en los últimos cinco años se ha mantenido en alrededor de cinco días, mientras que la estancia hotelera promedio permanece constante en 1,5 noches.
Análisis
Para Juan Carlos Valdivieso, docente de Turismo de la Universidad San Francisco de Quito y experto en estudios y estadísticas turísticas, la influencia que tienen estos reconocimientos es casi nula.
“Llamar ‘Óscares’ a premios de este tipo significaría que quienes los entregan y seleccionan sean instituciones reconocidas y relevantes a escala mundial como la Organización Mundial del Turismo (OMT), entidad adscrita a la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”, dice.
Aunque el Cabildo presenta a los World Travel Awards como “los premios más importantes en la industria del turismo a escala mundial”, el académico destaca que la entrega de estos galardones “en su mayoría se basan en las recomendaciones de profesionales de la industria del turismo más el voto de los ciudadanos y profesionales de este sector alrededor del mundo”. Esto quiere decir que estos premios solo representan “la oportunidad para posicionar un destino dentro de la región”.
Para Valdivieso, el único reconocimiento que ha significado un hito histórico y ha influenciado a la dinámica turística de la ciudad es el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humandidad, entregado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 1978.
Valdivieso explica que el estancamiento en las estadísticas en las cifras turísticas de la ciudad se puede explicar por diferentes factores. Entre estos, destaca a la percepción de seguridad, que no solo afecta al turismo en la ciudad, sino al país en general.
La inseguridad que se vive en ciertos sectores, los delitos que afectan a los turistas, las denuncias de estafas, la cobertura de salud e, incluso, las malas reseñas de otras zonas del país pueden causar que un viajero decida no escoger Ecuador, ni Quito, como su próximo destino. “Cada inconveniente que pueda presentarse cuenta para descartar un destino”, detalla.
Un ejemplo de esto fue el terremoto del 16 de abril de 2016, que ocurrió en la Costa, pero influenció en la llegada de turistas, tanto en Quito como en todo el país.
Esta disminución significó la llegada de 627.000 visitantes a la capital en 2016, eso significó 85.000 turistas menos de lo registrado en 2015.
“Pese a que han pasado tres años, Quito aún no se recupera por completo de esta caída. La estimación para este año no sobrepasa los datos registrados un año antes del terremoto”, detalla Valdivieso.
La lenta recuperación, según el catedrático, se debe la falta de una promoción turística responsable para la ciudad. “Debemos generar la imagen de que el país ahora está preparado para este tipo de desastres naturales”.
Identidad en construcción
A esto se añade la falta de identidad de la ciudad ante la percepción de turistas extranjeros.
“Si bien lo más conocido para los turistas acerca de Quito es el Centro Histórico y la Mitad del Mundo, aún no hay consenso en qué es lo que la ciudad vende al mundo. Se necesita esta identidad que llame a las personas a venir a visitar la capital”, destaca. “Si pensamos en qué vende Perú enseguida viene a la cabeza: cultura y gastronomía, por ejemplo. Necesitamos crear ese mismo consenso, que aún no es claro, para generar una promoción efectiva de la ciudad y del país”.
¿Destino de corta estancia?
Otro de los puntos clave de análisis es el tiempo que los turistas permanecen en la ciudad por turismo recreativo. Para el académico, este es un factor que se debe potenciar en la ciudad.
“No es de mucha ayuda incrementar drásticamente las llegadas de turistas extranjeros si estos no permanecen en la ciudad. La estancia va de la mano con el gasto promedio, que a la final significa una contribución importante para la dinamización económica para varios sectores”, dice.
Valdivieso ejemplifica esta relación con lo que sucede en Galápagos. Allí, en 2018 se recibieron alrededor de 275.000 turistas, una cifra mucho menor a la que se registra en Quito; sin embargo, la estancia promedio en las islas es de alrededor de siete noches. “Esto significa un gasto promedio por estancia del turista más elevado y, por ende, una mayor activación económica para la zona”.
El promedio de estancia hotelera en Quito es de 1,57 noches y la estadía de turismo de recreación se estima en 5,92 días este año.
Para el catedrático, esto se debe a que el turista que llega tiene un promedio de 1 y 2 días para conocer la urbe. Los puntos más comunes a visitar durante esta corta estancia son el Centro Histórico y la Mitad del Mundo. “Incluso los propios quiteños no conocen los potenciales puntos turísticos de Quito. Esto genera que al extranjero preguntar qué más puede visitar no se le ofrezca más que lo que ya conocían previamente”.
Valdivieso aclara que como parte de la identidad turística se debe seguir explotando los puntos fuertes de la ciudad que tiene uno de los Cascos Coloniales más extensos y conservados de América Latina, pero también se tiene que recuperar la identidad de las fiestas. “El orgullo de ser quiteños debe posicionarse una vez más”.
La visión oficial
Verónica Sevilla, gerente de Quito Turismo, sostiene que la estancia hotelera en la ciudad no es baja, en comparación con otras ciudades de la región como Bogotá, “donde ronda las 1,44 noches” o Lima, donde el promedio es “de 1,4 noches”.
Uno de los objetivos a los que apunta Quito, según la funcionaria, es alcanzar una estancia hotelera de 2 noches en un promedio de 5 a 8 años. “Con esto competiríamos con ciudades como Barcelona, donde la estancia está en alrededor de 2,5 noches”, dice.
Para alcanzar esa cifra, varias de las estrategias que han emprendido se enfocan en captar mercados como el europeo, cuyos viajeros tienen un promedio de estancia que ronda de 10 a 15 noches.
“El objetivo es incentivar la apertura de vuelos directos desde varios puntos de Europa hacia Ecuador para aumentar la entrada de turistas provenientes de este mercado”, refiere.
Sobre la promoción, Sevilla explica que desde hace dos años promover el turismo natural, para explotar la biodiversidad de flora y fauna que ofrece el Distrito. “Este cambio de imagen busca darle nuevas experiencias al turista que llega a Quito”.
Lo que se puede explotar
La historia, la cultura, la naturaleza y hasta la posición en la Mitad del Mundo se presentan como los potenciales atractivos de la ciudad.
Para Valdivieso, explotar cada uno de estos puntos es esencial para el turismo. “En el Centro Histórico es necesario potenciar todos los museos y la historia que se guarda en sus alrededores. Las iglesias también son parte fundamental”.
La biodiversidad que hay en parroquias rurales o en zonas del Chocó Andino, en el noroccidente, también sirve para atraer a nuevos visitantes. “El turismo de aventura puede ser explotado en estas zonas. Otro enfoque puede dirigirse a turistas que buscan disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza o, incluso, del estudio de especies u observación de aves”, recalca Valdivieso.
La gastronomía también es otro puntal a explotar, “pero no solo promocionando comida nacional, sino diversificando la variedad de gastronomía internacional, con uso de productos nativos para su preparación”, dice el experto.
Nuevos enfoques
Más allá del turismo de recreación, ahora la capital también se presenta como un destino para convenciones y congresos.
Para Valdivieso, esta es una propuesta que incrementa el arribo de visitantes en temporadas bajas y genera un mayor gasto promedio del viajero que llega a la ciudad.
Señala que por eso es importante promover grandes congresos en fechas de afluencia baja como marzo, octubre o septiembre. “Esto permite equilibrar las estadísticas mensuales de turismo”.
Sevilla confirma que la urbe se está posicionando como un destino ideal para organizar grandes congresos en los próximos años.
Una prueba de fuego en este segmento fue la cumbre Habitat III, en 2016.
“Las habitaciones en hoteles estaban llenas. Algunas personas tuvieron que hospedarse en las periferias de la ciudad para, desde ahí, venir y asistir a las conferencias”, detalla Sevilla.
La funcionaria destaca la importancia de potenciar inversión hotelera y generar facilidades para que los sitios donde se desarrollan este tipo de eventos funcionen como lugares centrales de turismo. “Es necesario que haya hoteles y servicios turísticos cercanos a centros de convenciones importantes, como el del Bicentenario. Al turista de este segmento no le gusta tener que salir mucho para poder asistir al congreso o conferencia”.
Esto, sin embargo, también debería trabajarse a futuro pues, actualmente, la ciudad no se presenta como un centro competitivo para atraer este tipo de inversión.
“Las tarifas hoteleras son muy bajas en comparación con la estancia promedio. Se necesita continuar trabajando en estos temas que atraigan inversión”, manifiesta Sevilla.
Por último, Valdivieso exhorta a que el trabajo para lograr un Quito con un enfoque turístico claro se debe fundamentar con consensos conjuntos entre las empresas privada y pública y la academia. “Todos debemos apuntar hacia un mismo norte y hacer de Quito una ciudad turística por excelencia”, dice. (ECV)
Visitas
Comportamiento del sector
La estancia promedio de turistas en la ciudad en días disminuyó de un promedio de 9,3 (2008 – 2013) a 5,6 (2014 – 2018)
Los picos turísticos de Quito se presentan en junio (70,620 turistas en 2018), julio (72,893 en 2018) y diciembre (71,516)
El principal mercado emisor de turistas a Quito es Estados Unidos con un 21% del total de turistas.
Quito ocupó la posición onceava posición del ranking de ciudades sudamericanas elegidas para congresos y convenciones en 2017.
CIFRA
4.381 establecimientos turísticos se registraron en la ciudad en 2018. En 2017 eran 5,231.
Reconocimientos entregados por los World Travel Awards a Quito
Destino Líder de Sudamérica (2013)
Destino Líder de Sudamérica (2014)
Destino Líder de Sudamérica (2015)
Destino Líder de Sudamérica (2016)
Destino Líder de Sudamérica (2017)
Destino Líder de Sudamérica (2018)
Destino Cultural Líder de Sudamérica (2018)
Líder de Sudamérica en Conferencias y Congresos (2018)
Líder de Sudamérica en Conferencias y Congresos (2018)
Nominaciones de este año para la ciudad
Destino de Viajes de Negocios Líder de Sudamérica
Destino de Vacaciones Líder de Sudamérica
Destino de Ciudad Líder de Sudamérica
Oficina de Turismo Ciudad Líder de Sudamérica
Destino Ciudad Cultural Líder de Sudamérica
Destino Líder de Festivales y Eventos de Sudamérica
Destino Líder de Reuniones y Conferencias de Sudamérica