Obligados a vivir otra realidad

Vida. El virus cambió la realidad de la humanidad.
Vida. El virus cambió la realidad de la humanidad.

“Como ya ha ocurrido en 55 países a nivel mundial, las medidas de seguridad no han impedido que el virus ingrese. Hoy tenemos que informar el primer caso confirmado de coronavirus (Covid-19) en Ecuador”, esas fueron las declaraciones de Catalina Andramuño, ministra de Salud, durante la rueda de prensa en Guayaquil donde se informaba al país sobre la primera persona que dio positivo y que era oriunda de Babahoyo.

Andramuño explicó que la paciente constituía un caso importado, lo que quiere decir que el contagio ocurrió en un lugar fuera de Ecuador. Es decir, todavía no se detectaban eventos de “transmisión comunitaria”, que ocurre cuando el virus se pasa de persona a persona dentro de un sitio, según Daniel Simancas, epidemiólogo de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), “Estamos en la fase inicial de la llegada del coronavirus a Ecuador. Ahora se debe hacer un seguimiento, investigación profunda y poner en cuarentena a todos los sospechosos de haber estado expuestos al virus”, puntualizó.

Hasta ese momento y según los reportes de las autoridades existían 149 contactos identificados y monitoreados, esto incluía a personas que compartieron el mismo viaje, familiares y amigos que se encontraban en sus domicilios cumpliendo cuarentena.

EL DATO
En el mundo hay más de 75 millones de contagiados de Covid-19. Estados Unidos es el país con el mayor número de casos con más de 18 millones.

Pánico

En algunas farmacias, aunque los desesperados ciudadanos pretendían adquirir decenas de mascarillas, solo se expendían cinco unidades por cliente. Los precios fueron elevados, pasaron de 0,15 hasta un dólar. Ante el temor, algunas personas afirmaron que evitarán salir mientras la situación se estabiliza.

Los cajeros automáticos, estaciones de servicios, mercados y tiendas fueron frecuentados más de lo común. María Suárez, de Babahoyo, cuestionó que no se haya realizado un trabajo preventivo por parte de las autoridades locales, por ejemplo, que se informe a la gente sobre las medidas preventivas y protocolos frente a un escenario de esta naturaleza.

“Lamentablemente este virus nos sorprendió, nos tomó con los brazos cruzados, porque muchos no estábamos al tanto de las medidas a seguir para evitar contagiarnos. Faltó difusión de información”, señaló Lucía Valle, habitante de Babahoyo.

Tungurahua

Mientras tanto en la provincia la primera rueda de prensa sobre el estado del coronavirus en Tungurahua se ofreció el primero de marzo, en esta se dio a conocer que hasta ese momento no existían casos confirmados.

Gabriela Rodríguez, gobernadora de Tungurahua, y Héctor Pulgar, coordinador zonal 3 de Salud, trataron de mantener la calma con sus declaraciones.

Apenas cuatro días después de haber anunciado el primer caso confirmado de covid en el Ecuador, ya se hablaba de un desabastecimiento de mascarillas, es así que en Ambato resultaba casi imposible encontrar una mascarilla o un frasco con gel antibacterial. Irma Rojano, encargada de una farmacia en la ciudad, dijo que el último cargamento de gel y mascarillas llegó la mañana del lunes a las 10:00, pero que a las 11:30 del mismo día se agotó.

A día seguido las falencias desde el Estado para afrontar la emergencia se hicieron evidentes desde los centros de salud de la provincia donde los usuarios denunciaron que no existía abastecimiento de gel o jabón.

Estos elementos comenzaron a ser los más cotizados, incrementando el precio de la materia prima, incluso se hablaron de un desabastecimiento de varios componentes primordiales para la elaboración de productos antisépticos.

Los comerciantes aprovecharon hasta las ramas de eucalipto para hacer negocio y se comenzó a ver en las esquinas de la ciudad varios puestos improvisados que vendían atados de ramas de eucalipto que iban desde 0,50 centavos. Desde las autoridades sanitarias de Estados Unidos se habló de que esta planta no cura el covid, pero si ayuda a combatir varios síntomas.

Alex Mejía, quien hasta ese tiempo desempeñaba las funciones de intendente de Policía, comentó que se controló 96 establecimientos con la finalidad de evitar que se especule con el costo de las mascarillas, el alcohol antiséptico y el gel antibacterial.

“El desabastecimiento se produjo porque nadie estaba preparado para un evento de este tipo, las farmacias tenían en stock, pero ante la gran demanda se dieron estos inconvenientes, sin embargo, de a poco esperamos que las cosas regresen a la normalidad”, señaló la autoridad.

TOME NOTA
El 17 de noviembre de 2019 sería la fecha del primer caso en el mundo de coronavirus. El paciente cero sería una persona de 55 años que vive en la provincia de Hubei, epicentro de la epidemia.

Clases

En la misma rueda de prensa se anunció que las clases no se suspendían y que desde el Estado se trataría de dotar de jabón y gel antibacterial a las instituciones educativas, aquí también se pedía la corresponsabilidad entre padres de familia y autoridades para mantener el cuidado en casa y evitar enviar a los niños y jóvenes en caso de que presentaran síntomas de resfriado.

Para el 3 de marzo se dieron los primeros indicios de lo que hoy en día es la educación virtual y se anunciaron las primeras “tareas en casa” para los niños que presenten síntomas de gripe.

Frentes

Desde varios espacios se trataba de evitar que el virus llegue hasta la provincia, en el transporte se comenzaron a hablar de fumigaciones y protocolos que ayuden a que el virus no se propague.

Mientras tanto Municipio, Gobernación y Ministerio de Salud trataban de generar procesos conjuntos y atender a los lugares de comercio que a pesar de las probabilidades de contagio seguían funcionando sin mayores precauciones.

A la vez el mercado Mayorista de la confección comunicaba a la ciudadanía que cerraban sus puertas sin fecha para la reapertura, mientras tanto el área dedicada al expendio de frutas y vegetales se mantendría abierto para garantizar el abastecimiento de alimentos.

Ambato en emergencia

El presidente de la república Lenín Moreno declaró el estado de excepción el lunes 16 de marzo en la noche, con esto varias restricciones, entre ellas la de movilidad, entraron en vigencia en todo el territorio nacional.

En Ambato una de las medidas que se tomaron fue el cierre del mercado Mayorista, el principal centro de acopio a nivel nacional, de la misma forma se suspendió el funcionamiento de las áreas de comidas preparadas en los mercados de la ciudad.

Empresas públicas encargadas de los servicios básicos como Emapa decidieron no suspender el suministro de agua potable a quienes adeudaban planillas mientras dure la emergencia.

Alcalde de Baños impide el ingresos de policías

Una de las imágenes que nos deja la pandemia es la de Luis Silva, alcalde de Baños, en el ingreso del cantón dando declaraciones donde indicaba que los policías que se presumían tenían covid deberían guardar cuarentena en un espacio que no sea esa ciudad.

Todo esto mientras se impedía que un vehículo con cinco policías que prestan sus servicios en Tungurahua acudan hasta la Escuela de Policía de Baños, en donde deberían cumplir el aislamiento preventivo luego de haber tenido contacto con personas que dieron positivo con coronavirus.

En varias comunidades de Ambato también se optó por cerrar sus vías de acceso con el objetivo de evitar que personas de otras provincias transiten por el sector. Utilizando troncos de árboles, grandes montículos de tierra, cadenas, vallas o llantas de carros se taparon las carreteras al ingreso de los poblados, situación que obligó a los vehículos a regresar y buscar otras vías para seguir su camino.

Ferias improvisadas

Mientras el mercado Mayorista cerró sus puertas el comercio se mudó a las afueras de este centro de comercio, veredas y calles aledañas fueron ocupadas por los comerciantes, que ante la imposibilidad de entrar al mercado decidieron trasladar la feria a las calles.

A decir de los moradores varios fueron los problemas que se originaron desde que se cerraron las instalaciones del Mayorista, entre ellas y la más preocupante fue la aglomeración de personas en plena emergencia sanitaria.

Maricela Pérez, moradora del sector, manifestó que fueron tres semanas que vivieron en la zozobra debido a que las calles fueron ocupadas por los comerciantes, desde aproximadamente las 04:30 hasta el mediodía y como consecuencia de ello estos sitios quedaban llenos de basura y malos olores.

“Vienen camiones, incluso de la Costa, sin ninguna medida de prevención ante el coronavirus y que constituyen un peligro”, dijo Pérez.

Gabriela Camana, otra de las vecinas, manifestó que desde que inició este problema llamó constantemente al ECU 911, a la Policía Nacional y al Municipio de Ambato, sin embargo, no obtuvo ninguna respuesta y el comercio más bien continuó con mayor fuerza.

Las ferias se fueron ubicando en varios puntos de la ciudad, lugares como la avenida Bolivariana, Paso Lateral y Parque Industrial fueron sitios donde se instalaron camiones en ferias improvisadas.

Por varias ocasiones Municipio de Ambato y Policía Nacional trataron de desalojar a los comerciantes que luego de pocos minutos o al día siguiente volvían a instalarse.

Reapertura del mercado Mayorista

La importancia de este centro de acopio es tal que autoridades nacionales y locales se reunieron para crear un plan de reapertura del mercado, bajo estrictas normas de seguridad y con un dispositivo de seguridad en alianza con varias instituciones se reabrió este espacio a los comerciantes el viernes 24 de abril.

Pese a la reapertura del mercado Mayorista las ferias no disminuyeron su intensidad y espacios como el Paso Lateral y avenida Bolivariana seguían siendo utilizados para ferias informales, lo que dio paso a la inseguridad y saqueos por parte de delincuentes.

Según testimonio de quienes presenciaron los actos delictivos, unas 60 u 80 personas eran las que causaban revuelo para sustraer la mercadería.

Lourdes A., propietaria de una tienda de la zona, con los ojos llorosos contó que a un camión que trasladaba gas se le llevaron por lo menos la mitad de los cilindros.

“Nunca antes habíamos vivido esto, es de terror ver lo que está pasando, necesitamos que las autoridades tomen acciones para que la situación no se salga de control”, señaló la comerciante.

Lucha en primera línea

Mientras tanto el personal de salud vivía su propio calvario, pues no tenían forma de regresar a su casa luego de las extenuantes jornadas.

Maritza Chicaiza, es enfermera, ella trabaja en una casa de salud en el centro de Ambato y vive en El Pisque, como sus dos hijos estudian en la tarde ella solicitó el mismo turno para poder trabajar y todos los días, desde que se estableció el toque de queda a las 14:00, tuvo que ingeniárselas para llegar a su casa. “Tengo amigas enfermeras del hospital y con ellas caminamos o si alguna consigue algún amigo que nos lleve nos hace el expreso, pero no es todos los días, así que si me ha tocado caminar”.

Los horarios rotativos son comunes en las casas de salud, es así que Fabiola cumple con su trabajo como auxiliar de cocina en el Hospital del IESS, sin embargo, el salir pasada las 22:30 de su trabajo le resultó complicado, ya que no tenía como regresar a su casa.

En oportunidades se encontraba con agentes de Tránsito que la llevaron a su hogar, pero en otras también se topó con uniformados que se negaron a ayudarla.

Además, comentó que también tuvo que realizar largas caminatas y que su hijo le dio el encuentro, siempre con el temor de que fuera multado por salir en el toque de queda. (AVI)