Muere desolado en su habitación

Muere desolado en su habitación
CADAVÉR. Personal de Dinased realizó el levantamiento del cuerpo.

La soledad fue la única testigo de su fatal decisión, encerrado en sus cuatro paredes un hombre de 60 años de edad eligió que ya no quería pertenecer a este mundo y envenenó su cuerpo para encontrarse con la muerte.


Guillermo R., vivía solo hace seis años en un cuarto que rentaba en las calles Nieto Polo de Águila y la Ecuatoriana vía a Quisapincha, este lugar se convirtió en su última morada.


Según Martha O., propietaria de la casa el señor era tranquilo, “salía en las mañanas y volvía en las noches después de su trabajo”. El hombre trabajaba en una fábrica de zapatos en Pinllo.
El lunes todo el día ya no le vieron entrar ni salir de la vivienda. “El lunes dice mi mami, que será que no baja el don Guillermo” y entonces subimos a verle, golpeamos y no contestó”, comenta la propietaria.


Ayer en la mañana al ver que no aparecía Martha junto a su madre fueron a buscar a los hermanos del difunto para que averiguaran que estaba pasando.


Ellos acompañados de un policía ingresaron al cuarto donde lo hallaron muerto. Sobre su cama el cuerpo descansaba boca arriba. ‘Don Guillo’ como lo llamaban las vecinas había ingerido veneno para suicidarse. Además se amarró las piernas contra la cama para evitar levantarse cuando el brebaje empezará hacer efecto.


Según Juan Poaquiza, investigador de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Desapariciones Extorsión y Secuestros (Dinased) el hombre padecía de depresión, y había dejado una carta donde explicaba la motivación que lo llevó a tomar esta decisión. “En el papel decía que se quitaba la vida porque le han pedido que desocupe el cuarto”.


“Ahora si ya me voy para siempre gracias a ustedes”, es la síntesis de la carta. Según las dueñas de la casa le pidieron que desocupe hace algún tiempo porque el señor bebía y les daba temor que se cayera de la terraza, pero eso fue hace tiempo, ahora ya no le pedían el cuarto.


Una vecina que prefirió no identificarse contó que ella lo vió subir el domingo medio ‘tomadito’, “pobrecito vivía solito el hombre, le gustaba pasearse, siempre andaba comiendo por todo lado”.


Sus hijos y su esposa que vivían en Quito ya se encontraban viajando hacia la ciudad para verificar este triste suceso. (APQ)

EL DATO
Este es el octavo suicidio del mes, y en el año se han registrado 48.