Los clásicos se restauran en Ambato

Los clásicos se restauran en Ambato
Trabajo. Los hermanos López colaboran en cada área que incluye la restauración.

En los últimos años ha crecido la tendencia de la restauración y recuperación de elementos antiguos, que hasta hace poco eran tomados como chatarra o elementos inservibles.
De esta tendencia se derivaron programas de televisión en canales internacionales a modo de ‘reality show’.


Pero entre todo esto, los programas, los que han destacado, son los que presentan el proceso completo de devolverle la vida a autos que pasan de los 60 años de fabricación, aquí la premisa es poder regresar al vehículo a sus días de gloria.


En Ambato también existen personas apasionadas por los autos que además tienen la capacidad y talento para restaurarlos.


En la parte alta de la ciudad se encuentra el taller de los hermanos López Ulloa, a simple vista este espacio no se diferencia de ninguna otra mecánica donde los clientes llegan todos los días, varios autos se encuentran en la entrada y máquinas enormes están instaladas bajo una cubierta hecha con láminas de zinc.


Uno de los integrantes del equipo recibe a los clientes, viste de jean y resulta muy serio al momento de conversar de los detalles del trabajo que realiza, al preguntarle sobre la restauración de los autos prefiere llamar a su hermano Héctor.


En la parte interior del taller se puede ver dos autos que se encuentran en proceso de reconstrucción. El uno ya pasó el reemplazo de las latas oxidadas y el otro está más avanzado, pintado de color blanco y en espera de los procesos finales.


Héctor llega después de algunos minutos, aún camina con una especie de muleta, pues cuenta que hace pocos días le practicaron una operación en su rodilla y acaba de llegar de la rehabilitación, a él si le gusta conversar y explicar los detalles de la fascinante ocupación de la reconstrucción.


Antes de mostrar sus proyectos, cuenta que nació en Ambato y que desde su niñez creció entre autos y latas, pues su padre, Héctor López Zamora, fue uno de los primeros mecánicos de la ciudad, cuando falleció, el taller pasó a manos de los cuatro hermanos que optaron por seguir el oficio de la familia.


“Desde que era niño le ayudaba a mi papá, siempre me gustó esta profesión, de pequeño construía coches de madera, pero en una ocasión llegó un cliente con un carro muy antiguo, desde ahí quedé impactado con las reliquias”, asegura.


López cuenta que el restaurar un carro demanda mucho trabajo que depende del trato que los dueños le han dado. “Si lo maltrataron y lo tuvieron a la intemperie se encontrará podrido el piso y otros componentes, habrá que cambiar faldones, estribos y volver a hacer algunas piezas”, afirma.


Señala también que la restauración va más allá de los materiales y equipos, pues demanda delicadeza y amor al momento de volver a reconstruir formas, de las cuales depende la estética del auto.


“Las líneas, rayas, que las puertas cierren como cuando era nuevo, son aspectos que se deben cuidar y que gracias al equipo que hemos formado se ha podido lograr de manera casi perfecta”, afirma.


En la latonería las partes que se encuentran muy dañadas deben ser reemplazadas por otras hechas en el taller, los detalles pequeños como las insignias son reparadas o a su vez conseguidas a través de internet.


“Hay que traer desde Estados Unidos los emblemas, allá se encuentran de todo tipo y nuevos, pero esto ahora resulta difícil por los impuestos que se deben pagar”, afirma.


López cuenta que en el país si existen carros clásicos, pero que en los últimos años los precios de estos han subido, debido a la afición que muchos han desarrollado por los autos.


“Los últimos autos compramos a 4.500 dólares, pero después de la inversión su precio ascienda a 20 mil dólares, pues nuestro sistema es para que los carros salgan de aquí como limusina”, asegura.


Afirma que resulta emocionante el comprar un carro e iniciar el proceso. Mecánica, pintura, latonería, electricidad y tapicería es realizada por cada uno de los hermanos.


“Hemos avanzando, ahora ya tenemos un sistema, estamos mejorando la reconstrucción de los autos”, afirma.


Los costos de reconstrucción de un auto dependen del estado en el que ingresan al taller, si este posee todos los emblemas y parachoques la labor resultará más fácil y no se tendrá que realizar búsquedas.


La restauración de un auto puede ir desde los seis meses hasta un año. “Siempre les digo a los clientes que quieren restaurar que para esto se necesita dinero, pasión, paciencia y amor por un carro”, asegura. (AVI)

La Cifra.
30 autos han restaurado hasta el día de hoy.

TOME NOTA.
Uno de los autos que al momento poseen fue transformado en limusina.

TOME NOTA.

Los costos de la restauración de un auto dependen del producto final que se desea.