Espacios reducidos para la venta de productos y congestión vehicular en el interior y exterior, son los principales problemas que aquejan a los productores, comerciantes y compradores que llegan de diferentes sectores al mercado Mayorista.
La construcción del sitio destinado para la venta y compra de productos en grandes cantidades inició hace tres décadas y tras siete años que duró la edificación de las diferentes naves, empezó a funcionar.
Jacobo Suárez, gerente del mercado Mayorista, manifestó que 23 años atrás el lugar no tenía este tipo de problemas, pues el centro de la ciudad estaba a una distancia bastante considerable, ahora las áreas pobladas se extendieron.
EL DATO
1.800
comerciantes catastrados laboran actualmente en el mercado Mayorista.
Esta situación ha generado que tanto al interior como en los exteriores se generen largas filas de vehículos que deseen ingresar o salir con mercadería, por lo que incluso se tomaron medidas como el cambio de horarios.
Por ejemplo los días domingo, miércoles y viernes que son considerados como los más caóticos, la hora de ingreso es a partir de las 02:30, anteriormente la apertura era desde las 03:00.
Con medidas como estas consiguieron reducir la congestión vehicular, sin embrago, Suárez indica que este es el problema menor, ya que afirma que con una consultoría de tránsito que están realizando podrían solucionarlo.
Preocupación
La dificultad mayor que enfrentan es el espacio reducido del mercado Mayorista, pues los puestos de los comerciantes apenas son de seis metros cuadrados y por la cantidad de productos que tienen, resulta insuficiente.
Por ello la Empresa Pública conjuntamente con la Municipalidad de Ambato analizan la posibilidad de construir un nuevo mercado con áreas más amplias, por ello en este año se dispuso una partida presupuestaria para que se haga un estudio en el que se determine la posible ubicación.
“Hay que reconocer que para un comercio al por mayor un espacio de este tamaño si resulta insuficiente, las cargas son de volúmenes grandes y los comerciantes no pueden tenerlos en sus puestos”, expresó el Gerente.
Manuel Puente, quien comercializa fréjol, dijo que en su espacio logra arrumar 60 quintales, esto con el riesgo que se vengan abajo, “no tenemos como hacer nuestra actividad de forma cómoda, se supone que somos mayoristas y por eso mismo necesitamos lugares más amplios”, dijo.
A este criterio se sumó Piedad Cocha, quien cada feria llega a comercializar zanahoria, “estamos como sardinas porque no hay como movernos, los camiones con la carga a veces no pueden ni entrar”, expresó.
En este mercado se calcula que en los días de feria ingresan durante todo el día alrededor de 15 mil personas y más de cinco mil vehículos. (MR)