‘Lenín Moreno es un Rafael Correa en potencia’

‘Lenín Moreno es un Rafael Correa en potencia’
ENTREVISTA. Vela durante su diálogo con La Hora.

Óscar Vela lo conoció como alguien ‘afable’ y está sorprendido por su ‘cambio’.

Si bien es su prosa la que contiene el aspecto más diáfano de su vida, el criterio político del reconocido escritor Óscar Vela Descalzo también es muy claro. Como columnista e intelectual, ha sido defensor de la democracia y las libertades públicas.


No mezcla su rol de creador de ficción con la política. Sin embargo, en varias de sus obras ha planteado cuestionamientos al poder. De hecho, en su última novela, ‘Todo ese ayer’ (2015), critica y desnuda los procedimientos de la dictadura argentina para reflexionar, desde la literatura, sobre el 30-S. A La Hora le explicó por qué es crítico del actual Gobierno.

¿Qué cree que está en juego en la segunda vuelta?


Debemos escoger entre la democracia o lo que hemos venido sufriendo en estos 10 años: un desgobierno cargado de corrupción.


¿Es conveniente para la democracia el fin del correísmo?


Francamente, sí. Creo que es conveniente para todos, inclusive para la izquierda latinoamericana, que tocó fondo. La consecuencia del socialismo del siglo XXI es un Gobierno sin ningún tipo de doctrina: una mescolanza de ultra derecha y ultra izquierda. Lo mejor que le puede pasar a la izquierda es que se termine esto. Que venga un Gobierno moderado y que la izquierda real tenga tiempo de repensar y meditar todo lo que ha sucedido. Algún día volverán a tener una oportunidad, después de este rotundo fracaso.

¿Cuál ha sido el modelo político de estos años?


El caudillismo. Un Gobierno sustentado en una figura grande, que supo captar la atención y que, tan pronto como llegó al poder, se envileció, como casi todos los caudillos. Yo aspiro a que un Gobierno de Guillermo Lasso nos lleve a una democracia real, en la que tengamos la posibilidad de decir las cosas sin sentir miedo, sin que te persigan, sin que el medio de comunicación con el que colaboras sea demandado por 40 millones. Nos hemos cansado de esto. Me parece que hay un hastío generalizado. Correa está desgastado, todos lo estamos. El país necesita refrescarse.


El Presidente dice que ‘si se portan mal’ volverá.


Esa es una amenaza velada. Lo hace porque sabe que se viene esa fiscalización que no hubo en 10 años.


Una palabra que ha sido satanizada es ‘banquero’.


Se han propuesto desprestigiar a la banca y a las personas que la ejercen, por un episodio muy particular que tuvimos hace 17 años. Un episodio que todos lo sufrimos, pero del cual se aprovechan para mentirle a la gente. La palabra banquero no tendría por qué sonar mal en ninguna parte del mundo. Acá es un insulto. En realidad, en ese episodio nefasto nada tuvo que ver el candidato Lasso, ni siquiera los banqueros de hoy. Se dicen muchas idioteces que luego terminan en cosas aberrantes, como que en un país donde hay hambre se lancen latas de atún.


¿Conoce a Guillermo Lasso?


Le he tratado un par de veces. Es un hombre sensato. Ha traído el discurso fresco y moderado. Me inspira confianza, tengo la sensación de que es un hombre bien intencionado. Espero, si es que llega a ser presidente, que lo haga por el beneficio del país porque siento que es un hombre comprometido con el servicio público.


¿Y a Lenín Moreno?


Le conocí bastante bien, antes de la tragedia que tuvo y un poco tiempo después. La verdad es que soy su amigo y me ha defraudado enormemente. Pensé que, independientemente de las posiciones políticas, él podía ser un hombre conciliador, podía bajar de tono. No sé si es la desesperación o la angustia de verse tan cerca y tan lejos. Ha demostrado, en la primera semana luego de la primera vuelta, que es todo lo contrario: un Rafael Correa en potencia. Insulta y miente de igual manera. La gente quiere un poco de paz y quiere trabajo. Me llama poderosamente la atención cómo pudo haber cambiado tan radicalmente. Yo le conocí siendo una persona afable. Supo reírse de sí mismo y de su desgracia, salió adelante. Pero de su vida pública, prefiero no hablar.


¿El poder cambia a la gente?


Envilece, sin duda alguna. Es peligrosísimo. Es la droga más potente que existe.


¿Qué temas cree que debe asumir el nuevo Gobierno?


Tenemos un gravísimo problema de desempleo. Nuestra situación económica es desastrosa. Hay que reducir el gasto público, volver a tener un Banco Central que maneje las reservas independientemente y que no sea caja chica del Gobierno, volver a tener un IESS solvente y no saqueado…

Si fue tan malo el modelo económico, ¿por qué tanto apoyo?


La gente recibió carreteras, infraestructura, hospitales y servicios básicos, donde nunca hubo. Hay cosas positivas. Yo creo que en Manabí hubieran tenido el apoyo que tienen incluso sin que hubiera sucedido el terremoto. Ahora prometen 40 universidades y casas gratuitas para los pobres, lo cual no podrán cumplir. Es más fácil vender el populismo que vender un Gobierno moderado y racional. Lo que sí creo es que, más allá de lo bueno, los pobres siguen siendo pobres.

¿La oposición debería unirse en torno a la candidatura de Lasso?


En los tres días de protesta afuera del CNE, por primera vez, se dio un acercamiento. El acuerdo político por la democracia es indispensable. Ya se ha perdido el miedo. Además, habrá que acordar los mecanismos para desactivar el andamiaje de control institucional que tienen en el Estado y lograr la independencia judicial y de las demás funciones. (MMD)

Frases

«Correa está desgastado, todos lo estamos. El país necesita refrescarse”.


«Lo mejor que le puede pasar a la izquierda es que se termine este Gobierno”.