Una de las actividades en las que se refleja la crisis de la economía del país es en las ferreterías y negocios vinculados a la construcción y la industria. En estos comercios compran desde el albañil o carpintero, hasta las grandes empresas de construcción y metalmecánica.
Uno de los locales que mayor conexión tiene con los sectores productivos es Ambatol, su propietario Carlos Sánchez, comentó que hasta el 2015 facturaba en ventas un promedio de 400.000 dólares mensuales, en la actualidad ese rubro disminuyó al 50%. Sánchez atribuye esa baja a la pérdida de confianza en la economía del país.
El empresario señaló que sus ventas bajaron con sectores como el de la construcción, el sector carrocero, el cerrajero y los industriales. “Tenía 22 empleados en mi empresa y me vi obligado a despedir a ocho”.
A esto se suma la falta de pago a los contratistas del Estado que no logran cobrar sus contratos pese a que están culminadas las obras, eso incide en que tampoco se les pueda cobrar las deudas por los materiales adquiridos en este negocio, insistió el empresario.
Otro caso similar es el de una ferretería, ubicada en la avenida Atahualpa. Sus administradores que optaron por la reserva de su nombre, comentaron que sus ventas disminuyeron en un 60%. “La primera semana de abril ha sido una de las peores del año”, mencionaron.
Los administradores de esta ferretería atribuyen la baja en sus ventas a la inestabilidad de la economía y el poco circulante, así como a que las personas optan por no hacer inversiones.
Otra de las ferreterías es Comercial Pérez ubicada en la avenida Víctor Hugo, un sitio estratégico para este tipo de negocios. Sin embargo, su propietario William Pérez, aseguró que sus ventas disminuyeron un 50%. “Los peores meses fueron febrero y marzo”.
Pérez contó que sus ventas en el primer trimestre de 2016 también bajaron un 25% en relación al mismo periodo en 2015. “Los productos que menos se han vendido son cemento, varilla y tuberías de todo tipo”.
Este empresario dijo que en Ambato cada vez hay menos edificaciones, “la gente dejó de construir porque ya no hay circulante y hay exagerados requisitos para la aprobación de planos”.
Otro local afectado con la baja en las ventas es la ferretería ubicada en la avenida 12 de Noviembre y Maldonado. Su propietaria que prefirió no dar su nombre, contó que debido a las restricciones impuestas desde el Gobierno no se permite la importación de alrededor de 2.000 productos. “No hay repuestos para nada, hasta un humilde albañil no puede trabajar porque no tiene repuesto para su cortadora de cerámica”.
Esta ferretería despidió a dos colaboradores porque los ingresos por ventas ya no les alcanzaban para la remuneración. En estos días sus propietarias atienden a los clientes. (CV)