Las fachadas no aguantan ni dos días sin grafitis. Los vecinos piden soluciones contundentes a este problema.
En estos cuatro barrios hay rayones, firmas y siglas hechas con pintura, por donde se mire. En el sector de la Mariana de Jesús, al norte de la ciudad, ni las puertas enrollables se salvan. En la Villa Flora, al sur, los basureros, las cajas de los medidores de luz y hasta los bustos de personajes han sufrido daños.
En Turubamba (sur), al edificio abandonado del antiguo Registro Civil casi no le quedan espacios libres de pintura. En San Carlos (norte) las puertas, ventanas y fachadas de decenas de inmuebles están totalmente rayadas.
Desde inicios de año, el dueño de la casa que renta Martha Herrera en la Av. América y San Gabriel decidió no volver a pintarla. “Las paredes no aguantan ni dos días”, dice resignada la quiteña de 50 años. En la puerta de su local comercial hay letras de colores que la cubren casi por completo.
Según denunció, los responsables de estos actos vandálicos “pintan de madrugada a unas velocidades que nadie los ve ni los escucha”. Su familia vive en el sector por más de 10 años y asegura que la situación se agravó desde hace cinco.
Problemática
En la Av. Rodrigo de Chávez, en el sector de la Villa Flora, los muros están pintados e incluso la estructura en la que está un busto de Eloy Alfaro tiene rayones. Robin Reyes, quien tiene una ferretería por más de cinco años en el sector, comenta que ha escuchado varias versiones sobre los grafitis que hay en las paredes. Uno de ellos es que son señales para asaltos.
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personas que han atentado contra bienes públicos y patrimoniales han sido detenidas en lo que va del año.“No sabemos bien qué significan”, dice al referir que debería haber mayor control para que se identifique a quienes pintan las paredes con firmas y siglas.
Luis Armijos recorre el área todos los días, a pesar de que vive en Solanda. Para él, una de los soluciones debería ser el diálogo. “Que les pregunten a los grafiteros qué espacios necesitan”, argumenta al recordar que ya se han entregado espacios para el arte urbano.
En Turubamba, justo frente a la construcción abandonada donde funcionó el Registro Civil hasta 2010, está la tienda de pinturas de Vicente Díaz. Él comenta que “ni aunque subieran los precios dejarían de comprar”. En su local, una lata de spray regular cuesta 2 dólares, pero hay otras de colores fluorescentes que valen hasta 12 dólares.
Según el vecino de 36 años, todo el tiempo se venden todo tipo de pinturas, las latas para las fachadas van desde 4 dólares. En el sector, los postes, basureros, letreros están pintarrajeados.
Preocupación
Hace dos meses, Abraham Mañay pagó a un pintor para que arreglara la fachada de su casa. A los pocos días, se encontró nuevamente con los grafitis vandálicos y tuvo que volver a pintar. La última vez lo hizo él para ahorrar algo de dinero.
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paradas que recientemente se construyeron en distintos puntos de la urbe han sido vandalizadas.El adulto mayor de 74 años, vive más de 50 en San Carlos, pero comenta que la situación se ha agravado en los últimos cinco años por falta de control. Frente a su casa hay un jardín de infantes en el que cada año se reúnen a pintar murales. Pero su arte tampoco dura.
Dice que el sector atraviesa también por otras problemáticas como la falta de recolección de basura. Piensa que las multas deberían ser más fuertes para todos los que dañan los bienes públicos y privados. (PCV)
Vandalismo en la Autopista
° Un presupuesto de 7.000 dólares por puente peatonal invierte el Consejo Provincial cada vez que se los pinta. Durante el último año se ha agravado la situación a lo largo del corredor.
El DATO
En mayo, la Alcaldía lanzó la campaña ´Si No es Arte a otra Parte´, debido a la proliferación de grafitis vandálicos en el Distrito.Vanessa Hidalgo, jefa de la Unidad de Peajes del Gobierno de Pichincha, explica que los principales daños que se registran a la propiedad pública son los rayones con pintura y las afectaciones con ácido a las paradas. Incluso la señalización vertical ha sido víctima de quienes atentan contra los bienes.
“Es dinero que nos cuesta a todos”, dice la funcionaria, quien argumenta que también las paradas nuevas fueron vandalizadas a pesar del material transparente del que están compuestas. En el sector, se puede reportar a quienes dañan el espacio público a los números del peaje: 2601431 / 2601432 / 2601433