Tras la insistencia de Yaku Pérez Guartambel y Manuela Picq, para que se reconozca su matrimonio ancestral, la Presidencia de la República comunicó el pasado 12 de noviembre a la pareja que se trasladó el pedido a la ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, Rosana Alvarado, para “su conocimiento y trámite pertinente en el marco de lo legal y factible”.
Ese documento, suscrito por Daysi Guerrero, coordinadora general de atención ciudadana (e) de la Presidencia, continúa dejando en la incertidumbre a la pareja, ya que Picq, que es franco-brasileña, no ha logrado gozar de una visa de amparo, a la cual tendría derecho si se reconociera su matrimonio ancestral con el dirigente indígena de origen ecuatoriano. Es por eso que desde agosto de 2015, que abandonó el país para no ser deportada, no ha podido retomar su vida en Ecuador.
“Esta es la primera vez que el Gobierno de Lenín Moreno nos da una respuesta, pero no es una respuesta”, dice Picq, “no sé si están enviando la información al Ministerio de Justicia para que pase algo o para que no pase nada”. El mismo documento enviado al Registro Civil y al presidente Moreno, la pareja lo envió al Consejo de la Judicatura, para que sea tomado en cuenta por su presidente, Gustavo Jalk, ya que ellos insisten en que la Constitución reconoce el derecho consuetudinario de los pueblos indígenas, por lo que los matrimonios ancestrales deberían ser reconocidos por el Registro Civil.
Picq, como corresponsal de Al Jazeera y por su cercanía al movimiento indígena, participó en el paro nacional del 13 de agosto de 2015. Fue detenida y se inició un proceso de deportación ya que el Estado ecuatoriano consideró que su estatus migratorio no le permitía participar en actividades políticas. Ella además era profesora a tiempo completo de la Universidad San Francisco de Quito. Actualmente, Picq intentará volver a Ecuador con una visa Mercosur, en base a su nacionalidad brasileña. (MMD)