Hugo Serrano, el creador de la Cacería

Hugo Serrano, el creador de la Cacería
Hugo Serrano, el creador de la Cacería

En nuestro recorrido por los personajes de nuestra tierra hemos conocido algo más sobre médicos, arquitectos, militares, policías, abogados, maestros, bomberos y ahora vamos a conocer al mentalizador de la Cacería del Zorro. Se trata de Hugo Osvaldo Serrano Tamayo, quiteño de nacimiento, pero ibarreño de corazón.

Nació un 25 de diciembre de 1936, estudió la primaria en la escuela 6 de Diciembre de Quito, para luego continuar en la Academia Pichincha. Su pasión siempre fueron los caballos y es por eso que fue jinete en el hipódromo La Carolina, en donde llegó a ser uno de los mejores del Ecuador, luego pasó a la Conscripción, en donde fue ayudante de veterinaria. Se casó cuando tenía 26 años de edad con Pilar Serrano Proaño, en 1959. “Ella es mis manos y pies, porque es una mujer tolerante y abnegada”.

Don Hugo fue el creador de la Cacería del Zorro, hace ya 35 años, en un caballo que se llamaba Paisano. Un grupo de ibarreños comandados por Hugo participaron en la Cacería que se hacía en Quito. Fue entonces cuando Hugo capturó al Zorro y regresó a Ibarra con mil sucres de premio y un trofeo que hasta el momento lo guarda como a un tesoro. Desde ese momento tuvo la idea de hacer lo mismo, pero en Ibarra y fue un 28 de septiembre de 1972, cuando rentó una finca frente al colegio Sánchez y Cifuentes y se decidió conjuntamente con Joaquín Lalama, Marcelo Herrera y José Monje a formar el primer club de equitación de Ibarra.

A Hugo le encantan los animales y otra de sus pasiones son los gallos de pelea. Le gusta la música nacional, los boleros y los tangos. Colecciona trofeos, que los ganó desde su juventud, admira al General Eloy Alfaro, sobre los políticos nuevos dice que habría que desmenuzarlos para ver si son buenos o malos.

Hoy la vida de don Hugo transcurre entre la tranquilidad de su hogar, los caballos y sus cinco hijos, a quienes ama profundamente. Esa es una parte de la vida del creador de la Cacería del Zorro, un evento que jamás creyó alcanzaría la popularidad que hoy tiene.