Ante las restricciones y prohibiciones emitidas a escala nacional por la pandemia, la gente busca nuevas formas de distraerse y pasear de manera segura.
Por ello los páramos se han convertido en los lugares más atractivos para hacer turismo en tiempo de emergencia sanitaria.
Sin embargo, estas salidas han causado daños a ciertos ecosistemas que se ven afectados porque los caminantes encienden fogatas destruyendo así la flora en la zona, o dejando desperdicios a su paso.
Mocha es uno de los lugares en donde se presentó uno de los problemas más fuertes, pues se quemó parte de la fauna y flora de la Reserva Faunística Chimborazo en el sector de Chilcapamba Alto.
El Municipio del cantón le recordó a la comunidad que esta acción constituye un delito penal tipificado y sancionado en el Artículo 246 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
En la normativa se establece que la persona que provoque directa o indirectamente incendios o instigue la comisión de tales actos, en bosques nativos o plantados o páramos, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.
El alcalde de Mocha, Danilo Ortiz, mencionó que no se impide que la gente salga a hacer turismo en los páramos, pero hace un llamado para que se cuide la naturaleza. Añadió que se seguirán haciendo controles para determinar a quienes causen daños y puedan ser sancionados como lo determina la ley.
Mientras tanto Wilson Andrade, quien vive en la vía que lleva al Pilishurco, pide a las autoridades ambateñas que hagan más controles los fines de semana, ya que el lugar es uno de los preferidos para los senderistas. (NVP)