Redacción WWW.LAHORA.COM.EC
Con una expresión de malestar, que en términos diplomáticos representa una de las más potentes señales de rechazo que envía formalmente un gobierno, la Cancillería de Ecuador reaccionó ante la decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro de acoger favorablemente un pedido del expresidente Rafael Correa.
Mediante un comunicado, la Cancillería, expresa “su malestar” por el ofrecimiento de Almagro de realizar “un informe técnico jurídico” en respuesta de una “denuncia” de que en Ecuador se ha roto el orden constitucional.
“Ecuador rechaza toda injerencia en los asuntos internos de los Estados y cualquier forma de intervención, por lo cual reitera el pedido de respeto al orden democrático de todos los países”, señala el comunicado diplomático que también defiende la legalidad de la consulta popular convocada para febrero próximo.
Como un hecho curioso, la Cancillería no nombra directamente a Rafael Correa y prefiere referirse a su pedido como “afirmaciones de terceros de una alteración del orden constitucional”.