Fiscal general Diana Salazar se presenta ante funcionarios de la Fiscalía

Foto: API
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Redacción QUITO

Un día después de ser posesionada, la nueva fiscal general, Diana Salazar, convocó a los funcionarios de la Fiscalía para presentarse. El evento era a las 08:00, en el auditorio del edificio principal de la institución en el centro-norte de Quito.

El auditorio quedó pequeño. Los asistentes estuvieron parados dentro del salón y en los corredores de ingreso. Allí escucharon el discurso de Salazar, que duró alrededor de cinco minutos. Y el evento, en general, unos minutos adicionales de bienvenida, presentación de las autoridades y despedida.

La fiscal general, la primera mujer afro en ocupar ese puesto, recordó cuando ingresó a la institución el 16 de julio de 2001, como asistente de fiscal, cuando recibían las denuncias en el piso de un pasillo.

«Conozco desde adentro nuestra institución, sus necesidades, fortalezas y debilidades», dijo y añadió que su objetivo es dirigir la Fiscalía para «servir de forma eficiente, eficaz y honesta» a la sociedad ecuatoriana.

Para lo cual dijo que se requiere de «personal valiente y decidido», que esté comprometido.

Valores

Salazar explicó que se hizo una evaluación de la institución, tras lo cual se definieron los valores que serán «los derroteros de la gestión». Estos son:

Transparencia: «Actuaremos rectamente cumpliendo nuestro deber de acuerdo a la Constitución y la Ley, con el respeto de los recursos públicos.»

Imparcialidad: «Actuaremos con equidad, objetividad, sin prejuicios, ni discriminación».

Adaptación al cambio: «Debemos tener la capacidad de ajustar nuestros comportamientos, hábitos y métodos de trabajo a los cambios internos y las demandas externas».

Trabajo en equipo: «Trabajo articulado y coordinado, con la colaboración de otros servidores e instituciones».

Diligencia: «Realizaremos la labor con calidad, de forma eficiente y oportuna».

Servicio: «Asumiremos nuestra responsabilidad de garantizar el derecho de acceso a la justicia de los usuarios y las víctimas del delito».