Fatah derrota a Hamas en elecciones pero pierde la mayoría en Parlamento

RAMALA, Cisjordania,

El Fatah, partido en el gobierno, derrotó al movimiento islámico Hamas en las elecciones legislativas palestinas del miércoles, las primeras celebradas en Gaza y Cisjordania desde 1996, pero tendrá que aceptar la entrada del grupo radical en el gobierno, señalan sondeos a boca de urna.

Según el sondeo del prestigioso Palestinian Center for Policy and Survey de Ramala (Cisjordania), Fatah habría conseguido un 42% de los votos frente al 35% de Hamas, que irrumpe triunfal en el Parlamento palestino.

La participación en estos comicios fue muy alta y, según los analistas, favoreció al Fatah. En total, un 77,6% de los 1,35 millones de palestinos llamados a las urnas votaron durante la jornada para elegir a los 132 diputados del nuevo Parlamento, según la comisión electoral, que probablemente dé a conocer los resultados oficiales el jueves.

Según otro sondeo realizado por la universidad de Bir Zeit de Ramala, Fatah habría conseguido 63 escaños frente a 58 de Hamas.

Para alcanzar la mayoría necesaria, el Fatah podría intentar alianzas con otros partidos minoritarios como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que se sitúa en tercera posición con un 5% de los votos, seguido de la lista Badil, una coalición de izquierda, con un 4% de los sufragios.

«Hemos empezado una nueva era y necesitamos el apoyo de la comunidad internacional para volver a negociar con Israel con vistas a un acuerdo de paz», declaró el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, tras el cierre de los colegios electorales.

No obstante, Hamas no aceptó estos resultados provisionales y sus líderes consideraron que su avance con respecto a Fatah era claro.

«Las primeras informaciones seguras que hemos recibido confirman un avance considerable de Hamas inequívoco y sin ambigüedades», declaró el candidato número uno del movimiento, Ismail Haniyeh.

Estas elecciones legislativas habrían pasado desapercibidas internacionalmente de no ser porque se celebraron en un momento de especial caos en materia de seguridad en Gaza y Cisjordania y porque en ellas participaba Hamas, considerado un grupo terrorista por Europa y Estados Unidos.

La entrada en el gobierno de este movimiento, que no reconoce la existencia de Israel y defiende a ultranza la lucha armada, podría significar una interrupción sine die en las conversaciones de paz y tal vez un corte de la ayuda financiera que los palestinos reciben de la Unión Europea.

«Los israelíes no deben tener miedo de la entrada de Hamas al Parlamento, deberían estar contentos porque estamos construyendo una democracia que será la base de la paz entre nosotros», declaró Abas.

Pero el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, dejó bien claro el miércoles que su país «no aceptará que Hamas forme parte de la Autoridad Palestina» si mantiene su estructura y prioridades actuales.

Haniyeh declaró además que el movimiento radical islámico no abandonará las armas al entrar al Parlamento.

«Los europeos y los estadounidenses dicen que Hamas debe elegir entre las armas y el Consejo Legislativo Palestino (Parlamento) pero nosotros decimos: ‘Las armas y el Consejo'», aseguró, desafiante.

Desde Washington, portavoces del gobierno estadounidense se felicitaron por el desarrollo de los comicios palestinos pero no ocultaron el recelo a ver a Hamas dentro del Parlamento.

Al conocerse los primeros resultados provisionales, partidarios del Fatah se lanzaron a las calles de Ramala y Gaza disparando sus armas al aire y ondeando banderas palestinas desde sus automóviles.

Pese al miedo a incidentes de las autoridades palestinas, las votaciones se llevaron a cabo en calma, bajo la mirada atenta de decenas de observadores internacionales y en medio de grandes medidas de seguridad.

El Consejo Legislativo (Parlamento) no tiene una gran capacidad de decisión pero los palestinos esperan que sea el contrapeso para un ejecutivo monopolizado por el Fatah y que represente mejor las aspiraciones ciudadanas.

«Hoy queremos probar al mundo que somos democráticos y tenemos derecho a vivir como los demás pueblos. Podemos decidir y vamos a elegir quién nos va a gobernar», afirmó Hisham Abu Nasser, vecino del campo de refugiados de Al Amaari, a las afueras de Ramala.

En la Muqata, sede del gobierno en Ramala (Cisjordania), decenas de palestinos votaron a pocos metros la tumba de Yasser Arafat, líder palestino fallecido en noviembre del 2004.

En Jerusalén-este, ocupada y anexada por Israel en 1967, decenas de palestinos residentes en esta parte de la ciudad depositaron sus papeletas en seis oficinas de correos israelíes, bajo una estrecha vigilancia de la policía del Estado hebreo.

Para estas elecciones, Fatah presentó como candidato número uno a Marwan Barghuti, un líder carismático y muy popular que cumple una condena a cadena perpetua en una cárcel israelí.

Sin duda, su imagen ayudó a conseguir miles de votos al partido, que llegó a estos comicios debilitado por las acusaciones de corrupción que salpican a algunos de sus líderes. AFP