En Jacinto Jijón y Caamaño, la juventud le apuesta a alcanzar una profesión

En Jacinto Jijón y Caamaño, la juventud le apuesta a alcanzar una profesión
Proyecto. Parte del grupo de jóvenes que le apuesta a un mejor futuro.

Un grupo de 30 adolescentes y jóvenes se unieron en un club para buscar mejores días para esta población que dicen es desatendida por décadas.

MIRA

La juventud de Jijón y Caamaño, en el cantón Mira, se organiza y se convierte en actor positivo de este pequeño poblado carchense de clima subtropical, donde la agricultura es el principal sustento económico de sus pobladores. Este colectivo de jóvenes comienza a crecer y le apuesta a la educación y crear un emprendimiento turístico que en algo podría solucionar los problemas que se registran en este sector.


La falta de fuentes de trabajo obliga a la gente a migrar a otras ciudades, donde ejercen diversos oficios para subsistir. Los adolescentes y jóvenes aseguran que pese a contar con una unidad educativa, la falta de recursos y las distancias que tienen que recorrer para llegar al establecimiento hace que deserten.

El nivel académico -coinciden- no es el más óptimo, razón por la que en el histórico de esta parroquia son contados los ex bachilleres que continuaron los estudios universitarios. A esto se suma los escasos recursos de las familias y las nuevas reglas para acceder a los centros superiores estatales y los altos costos de la manutención de un estudiante en Ibarra, Quito y otras ciudades.


Frente a esta realidad, Anderson Sevilla, un líder juvenil de la zona, de 20 años, quiere que esta situación cambie. Cursa el sexto nivel de Ingeniería en Contabilidad y Auditoría en la Universidad Técnica del Norte, en la modalidad semipresencial. Trabaja en la agricultura para financiar y trasladarse los fines de semana a estudiar a Ibarra.

Organización

Este joven asegura que es el único universitario de la zona, algo que no le enorgullece, sino que le compromete a promover un proyecto que busca a más estudiantes para que asistan a las aulas universitarias. Reconoce que la falta de organización ha sido una de las falencias de su pueblo. Ante esa realidad decidió crear el Club Juvenil San Juan de Lachas.

Uno de los requisitos es que los chicos no fumen, ingieran licor o consuman algún tipo de drogas. La iniciativa de juntar voluntades nació hace un año, cuenta Michael Carcelén, estudiante secundario y miembro del club, después de un paseo que convocó a la vecindad de ese lugar. En un principio eran 15 jóvenes, entre hombres y mujeres, ahora ya son 30. Cada dos semanas mantienen reuniones para planificar varias actividades.


Realizan varias eventos para recolectar dinero y contar con un fondo común. Practican el fútbol, cuentan con un grupo de danza y conformaron un grupo musical, que rescata la bomba, que es una de los ritmos originarios del sector.


Jaime Torres, un compositor de la zona, es parte de la agrupación. A sus 27 años ha compuesto varios temas, que los vuelve originales y no en replicadores de la música, como explica Luis Calderón. Una guitarra, un requinto, una guacharaca y una campana son parte de los instrumentos que interpretan para darle sabor y alegría a sus canciones.


Educación


Anderson Sevilla, en las tardes, es el encargado de nivelar a los estudiantes y futuros universitarios. Matemáticas, Física y Razonamiento son las materias que reciben los adolescentes, a los que presiona Anderson para que estudien y alcancen una profesión. “Uno de los sueños es que Jijón y Caamaño cuente con diversos profesionales que saquen de la postración a esta población que por décadas ha sido desatendida por los gobiernos locales de turno.

Esta en marcha también, con el asesoramiento de Fundación Altrópico, la creación de Cajas de Ahorro para el fomento de varios emprendimientos .


Santiago Levi, de Altrópico, sostiene que se trata de jóvenes que buscan mejorar su calidad de vida, a través de un proceso de superación. Esta organización no gubernamental dicta además en este territorio talleres de Gobernanza, Participación Ciudadana, y Emprendimientos, en los que participa activamente este grupo de muchachos que no superan los 22 años.


Sevilla dice que uno de los objetivos de las Cajas de Ahorro es que estos estudiantes aprendan a administrar y valorar el dinero, desde temprana edad. Levi agrega que los talleres en cambio los encamina y asesora de forma técnica para el sostenimiento de los proyectos de emprendimiento.

Pese que la falta de fondos económicos es una limitante para estudiar, esta propuesta de Sevilla intenta consolidar la integración familiar, motivando a los padres para que apoyen a sus hijos en los estudios universitarios semipresenciales. Este club quiere cambiar la historia, porque están convencidos que un título de bachiller no representa nada al momento de aplicar a una oportunidad de trabajo.


En esta parte de la geografía carchense aseguran que la unificación de los establecimientos escolares por la falta de transporte, dificultades económicas y distancias ha hecho que un significativo número de escolares y colegiales dejen las aulas, comenta Sevilla, por lo que buscan una estrategia para cautivar a los infantes, adolescentes y padres de familia para que los educandos retornen a clases. Vicente Calderón, presidente de la Junta Parroquial señala que de esta camada de nuevos líderes saldrán las nuevas autoridades que dirigirán esta jurisdicción. (CMRV)