El sector florícola acumula pérdidas diarias de $1,5 millones desde febrero

La paralización del comercio internacional, el cierre de mercados a los que Ecuador vendía la flor, a causa de la crisis sanitaria del Covid-19, ha dejado al sector floricultor conformado por productoras, desarrolladores, transportistas, entre otros, en una situación económica crítica que comienza a golpear las fuentes de empleo.

Este sector se viene reduciendo en envíos, por cancelaciones de pedidos, desde mediados de febrero y hoy pierde más de $1,5 millones en exportaciones diariamente. Se trata del tercer sector exportador de productos no tradicionales después del camarón y el banano.

La estrategia de supervivencia, en estos momentos, se basa en conseguir que los cultivos permanezcan vivos hasta la apertura y normalización de los mercados. “En un par de meses, viendo cómo reaccionan los mercados, esperamos que los cultivos se hayan mantenido vivos y sanos para retomar las exportaciones y así volver a crear empleos, generar divisas y dinamizar la economía de las regiones rurales”, augura Alejandro Martínez, Presidente Ejecutivo de Expoflores.

Las medidas que se están tomando en la mayoría de las fincas, varían con relación a la situación de cada cual. Pero en términos generales, los empresarios han optado entre la reducción de la jornada y la finalización del contrato de trabajo por fuerza mayor. Otra de las medidas, que está siendo tomada por alrededor del 55% de las empresas, es la de rebajar -e incluso eliminar- los sueldos de la alta dirección gerencial.

El impacto es más profundo en las fincas que son intensivas en mano de obra. El 60% de los costos se van al pago a personal, el 30% al cuidado de la planta.

“Esta crisis se suma a la vivida en octubre de 2019, siendo esta provocada por un estado de excepción y una emergencia sanitaria que pone a la floricultura en general en una situación de fuerza mayor”, dice Martínez. Según el ejecutivo gremial la crisis supera todas las previsiones “imaginables, pues era impensable que todos los mercados mundiales cerraran casi al mismo tiempo”.

“Ahora sin ventas y sin flujo las fincas están al borde de la quiebra. Pero sacrificándonos todos ahora, podremos reconstruir la floricultura mañana. Si hoy matamos lo cultivos, no habrá más futuro ni opciones de desarrollo en las zonas donde ha generado empleo la floricultura”, añadió.

Cómo se dio la crisis de la floricultura

La paralización de los mercados de exportación llegó al país en la época de mayor demanda mundial de flores. Es decir, los meses que coinciden con las compras para celebrar fechas importantes durante el primer semestre del año. Sólo San Valentín y Día de la Mujer Rusa representan el 45% de las ventas. El Día de la Mujer, el Día de la Madre y otras celebraciones estivales hasta junio significan otro 35% de las ventas. Todos los pedidos relacionados ya están cancelados y sin perspectivas de reversión.

“Debido a la crisis sanitaria mundial, los mercados internacionales de Europa, Asia y Estados Unidos cerraron sus puertas a toda importación que no fuera vital para la alimentación humana”, explicó Alejandro Martínez, presidente ejecutivo Expoflores.

El directivo añadió que las fincas productoras comenzaron a recibir cancelaciones de pedidos ya acordados, desde mediados de febrero, cuando el brote de la enfermedad alcanzó niveles complicados en China. A este problema se sumaron las suspensiones de pedidos de otros países europeos y estadounidenses.

“La cancelación de pedidos y el cierre de mercados obligó a desechar más del 95% de la producción. De cada diez flores, nueve debieron ir al compostaje (a la basura)”, puntualizó

Por si fuera poco, el líder gremial dijo que el sector no tiene ahorros debido al impacto del paro de octubre. “Ahora, estamos sin crecimiento y nos vemos obligados a terminar la relación laboral para permitir a la floricultura mantenerse viva y así lograr generar nuevamente empleos, divisas y dinamizar la economía regional”, concluyó. (JS)