Recuperar la producción que se tenía antes de la pandemia tardará entre 1 y 2 años; por lo que perderemos la oportunidad de conseguir $1,5 millones de ingresos diarios adicionales
Al momento, el precio internacional del WTI, que es la referencia para el crudo ecuatoriano, promedia los $60 por barril. El aumento en la cotización se debe a varios factores. Por un lado, muchas empresas de producción de petróleo de esquisto han cerrado o dejado de operar en Estados Unidos; y el fuerte invierno ha afectado seriamente el funcionamiento de las instalaciones en Texas.
Por otro lado, los países de la OPEP, liderados por Arabia Saudita, han recortado la oferta mundial. Así, tenemos un escenario donde la demanda ha aumentado en alrededor de 3 millones de barriles diarios y la producción actual no alcanza para cubrirla.
Las razones
Fernando Reyes, vicepresidente del Colegio de Ingenieros Petroleros, explicó que no son realistas las previsiones que hablan de llegar a $100, sino que se promediará unos $55 por barril, con pequeñas subidas y bajadas durante 2021.
Esa cotización es buena, pero Ecuador no la podrá aprovechar del todo, porque continuamos con la tendencia de una producción a la baja.
Oswaldo Erazo, analista petrolero y secretario de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador, comentó que nos tomaría entre uno y dos años retomar los niveles pre pandemia de 530.000 barriles diarios.
Oportunidad perdida
Con una producción apenas promedia los 500.000 barriles, el país podría dejar de recibir alrededor de $1,5 millones de ingresos adicionales durante cada día de 2021. Reyes puntualiza que la falta de inversión para perforar más pozos, y mejorar la explotación de los que están activos, es consecuencia de una errada política del Gobierno.
“El Ministerio de Economía debería garantizar la autonomía financiera de la empresa fusionada Petroecuador ,a través de la entrega oportuna de recursos. Hay entre 300 a 350 pozos cerrados por falta de inversión”, acotó.
A mediano plazo, se podría tener entre 15.000 y 20.000 barriles más con la operación del Ishpingo (dentro del ITT) y más desarrollo en el campo Sacha. Además, debería procesarse parte del gas que se quema en los bloques para generar 10.000 barriles de condensado, los cuales servirían para mezclarse con el petróleo y mejorar la calidad.
Duplicar la producción a largo plazo
Según Reyes, si el próximo presidente se pone como meta duplicar la producción, esa tarea podría tomarle todo el periodo de 4 años; siempre y cuando se tenga un panorama claro de lo que hay que hacer.
En 2020, el precio promedio del WTI estuvo en los $38 por barril. Este año se espera al menos $55 por barril.En una primera fase, se podría incrementar entre un 15% y 30% si se invierte en 10 a 12 campos que ya están en operación y son cercanos al ITT. En un segundo momento, el reto sería ir a la explotación del suroriente de la Amazonía, pero para eso se necesita un acercamiento con las comunidades y un proceso altamente técnico. (JS)
Precio por encima de lo presupuestado
El ministro de Economía, Mauricio Pozo, estimó el presupuesto 2021 con un precio de $37 por barril. Según los analistas, ese precio es razonable ante un mercado volátil y muy cambiante. Además, esa diferencia de $18 a $20 entre lo previsto y lo real debería gastarse con prioridades claras.
Erazo recalcó que una parte debe cubrir las necesidades sanitarias en la lucha contra la pandemia de la Covid-19, sobre todo con relación a la compra de vacunas. Pozo ha dicho que, hasta el momento, se ha pagado $5 millones a los productores de esas vacunas, pero en total hay $20 millones previstos para gastar en una primera fase.
Por otro lado, los excedentes de los buenos precios del crudo también deberían destinarse a inversiones en el sector petrolero antes de pensar en concesionar campos rentables como Sacha.