En el último año, 122.905 ecuatorianos más pasaron al subempleo. La informalidad y el empleo no adecuado son la realidad cotidiana del 62,1% de la Población Económicamente Activa (PEA); es decir, 4’742.042 personas. Esto impacta de manera directa en la caída del ingreso promedio en el mercado laboral de Ecuador.
Así, con corte a junio de 2019, de acuerdo con las últimas estadísticas publicadas por el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), tomando en cuenta el sector formal e informal de la economía, un empleado ecuatoriano recibe una remuneración promedio de $324,9 cada mes. O sea, $69,1 menos que los $394 establecidos por la Ley como Salario Básico Unificado.
El 1’667.278 de subempleados que tiene el país recibe alrededor de $150,84 mensuales; mientras que otros ecuatorianos registrados en las categorías de empleo no pleno, más de 3 millones de personas, alcanzan una remuneración de $125,77.
En la otra cara de la moneda, un trabajador formal, que representa el 37% de la PEA, en este caso 3’123.743 ecuatorianos, tiene un salario promedio de $544,37.
Canasta Básica
Con estas cifras se configura un panorama del mercado laboral con más informalidad y menos ingreso para los trabajadores. Según las últimas cifras de inflación del INEC, la Canasta Vital cuesta $500,11, mientras la Canasta Básica representa un desembolso mensual de $715,83.
Una familia en la informalidad, en el mejor de los casos, alcanza a cubrir el 60% de la Canasta Vital; es decir, alrededor de $301,68; y solo el 42% de la Canasta Básica.
Patricio Alarcón, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), comentó que en estas circunstancias nadie debe dudar que las reformas laborales son urgentes. “La economía no espera. La cifra de empleo no adecuado es preocupante, y la más alta en 12 años”, enfatizó. (JS)
Brecha entre hombres y mujeres
° El 28,7% de las mujeres, dentro de la Población Económicamente Activa (PEA), acceden a un trabajo formal. Esto significa 16,1% menaos que en el caso de los hombres, donde el empleo adecuado llega al 44,8% de la PEA.
Esta diferencia provoca que el ingreso promedio para las mujeres sea de $279,5, o sea, $73,7 menos. Desde septiembre de 2018, este ingreso ha caído desde un pico de $318,2.
Mi opinión en 30 segundos
Diego Olmedo. Analista y empresario
¿Y los incentivos reales?
° La discusión y los acuerdos en torno a la reforma laboral se han remitido a las formas de contratación y las horas trabajadas, pero no se han tomado en cuenta incentivos reales para que los empresarios privados quieran contratar más. La situación de informalidad y baja inversión se deben enfrentar con medidas urgentes por el lado tributario. El Gobierno debe pensar en establecer el pago de sueldos y beneficios de los nuevos empleados como gasto deducible para las empresas. Otra opción es determinar un crédito tributario para esos dos temas. Otro problema que se debe solucionar inmediatamente tiene que ver con las grandes distorsiones que existen entre los salarios del sector público y privado. En promedio, en el Estado se pagan sueldos de $1.500, mientras en el privado solo se llega a alrededor de los $500.}