Anahí de 8 años y su hermano Paúl de 6 murieron carbonizados la tarde de ayer, luego de que el inmueble en donde vivían en las calles Tomás Sevilla y Cuenca del barrio Primero de Mayo, se incendiara.
Angustia
La madre de los infantes se enteró del suceso cuando arribó a su domicilio, luego de asistir al velorio de un allegado en Illagua Grande de la parroquia Quisapincha de donde son oriundos y ahora deberá enterrar a sus dos hijos, a quienes las llamas se los arrebató de manera cruel y dolorosa.
Los gritos desgarradores de la mamá de los pequeños retumbaban en toda la calle; mientras moradores, curiosos y comerciantes del sector también mostraban su consternación ante lo ocurrido. Todos lloraban tras la pérdida de los hermanitos que ayer jugaron por última vez juntos y ahora lo harán desde el cielo.
“Déjenme pasar por favor quiero ver a mis hijos”, era el clamor desesperado de la mujer ante la presencia del personal de la Policía Nacional que acordonó el área con cintas de seguridad para evitar que las personas ingresen hasta el lugar de los hechos.
Procedimiento
Las motos del personal del Grupo Operativo Motorizado (GOM) del Distrito Norte y de los agentes de Tránsito de Ambato, como la cinta de seguridad sirvió para acordonar el lugar, hasta que los uniformados realicen su trabajo investigativo.
El mayor Jorge Pérez, jefe del Circuito La Matriz de la Policía Nacional, fue el primero en dar una entrevista oficial del hecho y confirmó que dos menores de edad penosamente perdieron la vida en el interior del inmueble tras un flagelo.
“El hecho fue reportado cerca de las 18:30, el hecho suscitó en el tercer piso en el área del dormitorio. La primera unidad que llegó de la Policía Nacional tuvo que romper las seguridades para ingresar pero penosamente ya no se pudo hacer nada para salvaguardar la vida de los menores”, afirmó Pérez.
Además el uniformado recomendó a los padres de familia que sean más responsables y que no dejen encerrados a sus hijos con candado porque puede conllevar a estas desgracias, como es la pérdida de vidas humanas.
“Los vecinos no escucharon los gritos de auxilio de los niños, solo habían visualizado como en la parte de la terraza salía humo y es por esto que llaman al ECU 911 sin imaginarse que adentro estaban atrapados los menores”, finalizó Pérez.
Al lugar del flagelo también llegó personal de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) y Criminalística acompañados por Susana Llumiquinga, fiscal de Flagrancia de Ambato quién ordenó el levantamiento de los cuerpos hasta el Centro de Investigación Forense de Ambato.
El capitán Diego Villalva, jefe de la Dinased recalcó que cerca de las 18:20 fueron notificados de este suceso por el Servicio Integrado de Seguridad.
“Los dos menores, hombre y mujer fueron hallados completamente carbonizados, los cuales fueron levantados y llevados a la morgue”, aseveró el Capitán.
Villalva resaltó que los dos cadáveres se hallaban a lado del dormitorio, en un lugar destinado para guardar libros y ropa los cuales fueron los detonantes en este incendio, “se vio también en el área un sartén que no es común, las investigaciones determinarán si ellos estaban tratando de cocinar”, finalizó.
Por su parte personal del Cuerpo de Bomberos de Ambato prefirieron no referirse nada ante el tema ya que mencionaron que el caso pasó a manos de la Policía Nacional y serán ellos los que deberán indagar sobre cuáles fueron las circunstancias que dio inicio a este incendio.
Moradores
Una allegada a los padres de los menores, comentó que la madre es comerciante de ropa en el mercado de Quisapincha y que el papá trabaja en un local comercial en el centro de Ambato.
El enterarse que sus pequeños ya no estarán más con ellos dejó paralizados a los progenitores que no entienden qué fue lo que ocurrió dentro de la casa y el tiempo que padecieron sus hijos por este siniestro.
“Los niños han gritado solicitando ayuda, pero no lograron ayudarlos porque estaban encerrados en los cuartos que hace pocos meses alquilaron en la zona”, afirmó María Poaquiza, vecina del lugar.
Mientras otra moradora de la zona dijo que llamó al ECU 911 cuando vio salir humo de una de las habitaciones del edificio, “yo nunca me imaginé que serían dos niños los afectados, se escuchaba la voz de una mujercita gritando ‘arrarray’. Mi desesperación creció cuando las unidades de bomberos no llegaban, por lo que varias ocasiones llamé al 911”, afirmó la habitante quien prefirió no dar su nombre.
Mientras que otra moradora aclaró que sí escuchó gritos de auxilio desde las 18:00, pero tras llamar al ECU 911 se fue y al regresar se enteró que los niños ya estuvieron carbonizados, “los bomberos se demoraron en llegar”, dijo Nidia Baño.
El hecho deja consternada a la ciudad que llora la muerte de los pequeños, cuyos cuerpos serán retirados hoy del Centro Forense y serán trasladados hasta su natal Quisapincha en donde familiares, amigos y conocidos les darán el último adiós en medio de un profundo dolor y un vacío que sus padres que jamás podrán llenar. (EV)