Quito
El Gobierno de Colombia asumió la responsabilidad por el estallido de una granada, disparada desde su territorio, en un poblado fronterizo de Ecuador, que causó heridas a tres personas, informó ayer la Cancillería en Quito.
El Ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores indicó en un comunicado que hoy recibió la «respuesta oficial» de Bogotá sobre ese incidente ocurrido el pasado 24 de agosto, en la localidad ecuatoriana de Puerto Nuevo, en la provincia amazónica de Sucumbíos, fronteriza con Colombia.
La Cancillería colombiana, en su respuesta, admitió que «el artefacto explosivo salió de territorio colombiano» y reiteró «la disposición del Gobierno de Colombia de reparar (indemnizar) a las víctimas» del incidente.
La respuesta de Colombia, que hoy difundió la Cancillería en Quito, asegura que sus conclusiones se basan en «el útil intercambio de información» entre militares de los dos países, que se reunieron el viernes pasado en la localidad colombiana de Teteyé, cercana a la divisoria.
Bogotá esperaba el informe de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron), integrada por militares de los dos países, para emitir un pronunciamiento oficial.
La Cancillería ecuatoriana presentó una «enérgica protesta» al Gobierno de Bogotá por la caída de la granada de mortero, que alcanzó el techo de una cooperativa de autobuses e hirió a tres personas.
Colombia había presentado hace algunos días una primera respuesta, en el sentido de que la granada posiblemente fue disparada por rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), aunque se comprometió a investigar el hecho, sancionar a los responsables y reparar los daños causados, si fuere el caso. EFE