Paradas de buses
Señores La Hora. Tanto dentro de la ciudad, esto es para los buses urbanos como para los buses interparroquiales y para los interprovinciales se debe establecer lugares y tiempos de estacionamiento o paradas. En la actualidad esos señores hacen lo que se les viene en gana. Espero ahora que el municipio tiene a cargo el tránsito y transporte dentro de nuestra ciudad, pueda poner fin a este calvario diario, que cada vez empeora, pues los buses que vienen de otras ciudades paran en donde se les antoja sin que nadie haga algo por corregir este mal. Debemos a nivel ciudadano hacer conciencia y obligar a parar en los sitios establecidos para ello ya que hoy nosotros, los usuarios, somos los primeros indisciplinados que por poco queremos nos dejen en la sala de la casa.
Carlos Constante N. Ibarra
Mucha
señalización
Señores La Hora. Estoy viendo que si bien es cierto por mejor hacer nos están llenando de avisos de tránsito dentro de la ciudad, pero es necesario que tomemos en cuenta que no por más avisos vamos a controlar mejor el tránsito sino por mayor educación y obligación de cumplir las normas que ya existen. Veo por ejemplo que se quiere en la Oviedo llenar de semáforos ¿Acaso estudiaron el flujo vehicular y si es necesario hacerlo? Es recomendable que se haga un estudio real de las necesidades, hecho por expertos y con soluciones lógicas y no atosigantes como las que se pretende llenar a Ibarra. Bien por el Municipio que quiere aportar, pero por favor háganlo bien y a conciencia y no solamente a criterio empírico de uno que otro técnico.
Mercedes Naranjo. Ibarra
Más indigentes
Señor Director. Diariamente se incrementan los pordioseros en la ciudad y esto se debe corregir a tiempo ya que caso contrario fácilmente se nos irá de las manos y tendremos un problema social. Hace pocos años no teníamos esto y hoy parece mal de cada esquina, ya que todos esos muchachitos que hacen malabares y juegan con fuego de alguna manera también mendigan. Se debe regular el trabajo de mendigo como se hace ya en Europa
Jorge Beltrán. Ibarra