Centros de acogida una necesidad en la provincia

SITUACIÓN. Los menores son atendidos por profesionales en los centros.
SITUACIÓN. Los menores son atendidos por profesionales en los centros.

Gina, nombre protegido, tiene 14 años de edad y ha tenido que pasar circunstancias muy duras en su niñez y adolescencia, desde maltrato por parte de sus padres hasta quedarse sola porque los mismos han sido detenidos.

Amigos y vecinos dieron a conocer su caso en una Junta de Protección de Derechos, los profesionales realizaron el seguimiento del caso y determinaron que la joven requiere atención en un centro de acogida.

Pero a dónde iría Gina, quien proviene de un cantón del sur de la provincia. Según datos del Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional (CNII) en Tungurahua existen tres casas de acogida que brinda atención incluso a niños y adolescentes de la zona 3.

Fundación Don Bosco, Proyecto Salesiano y Hogar Santa Marianita son los únicos sitios donde se recibe a los menores luego de un proceso y bajo medida judicial ya sea en casos de negligencia, maltrato y abuso sexual, los niños son retirados a sus padres e ingresan a las fundaciones.

Para Cristina Arcos, coordinadora de la Zonal Tres del CNII, estas casas de acogida nacen como iniciativa de organizaciones no gubernamentales y actualmente son regidas y apoyadas por el Ministerio de Inclusión Económica y Social que es la institución que tiene la competencia.

Tome nota Fundación Don Bosco, Proyecto Salesiano y Hogar Santa Marianita son las casas de acogida que atienden a la provincia y están ubicadas en Ambato.En la Zona 3, que comprende Cotopaxi, Tungurahua, Pastaza y Chimborazo; se cuenta solo con nueve de estos centros con una capacidad promedio de 25 niños y adolescentes, “y todas están cubiertas al máximo, casi nuca hay cupos, si encontramos un niño en situación de riesgo y que necesitamos trasladarle a una casa de acogida casi siempre están llenas”, aseguró la funcionaria.

Según la coordinadora son las autoridades de los gobiernos locales las que deben tomar el tema social de forma más sensible, ya que al no ver a esta situación como una necesidad “el Municipio no le apuesta a estos espacios, cuando debería aportar conjuntamente con el Mies para generar estos centros”.

Preocupación

Alejandra Rodríguez, psicóloga, manifestó que los niños y adolescentes envueltos en estos episodios requieren de una atención integral pero que lamentablemente no se le da debido justamente a este limitante de los cupos.

“Se corre el riesgo de que el niño violentado, maltratado vuelva al mismo núcleo familiar mal tratante, inadecuado”, dijo.

Para Gladys Cuji, trabajadora Social del Hogar Santa Marianita, muchos son los sueños de los menores que acogen en este lugar así como también las necesidades ya que es manejado el 50% por la Diócesis de Ambato, el 30% por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y el 20% por los fundadores.

James Manzano, coordinador del Proyecto salesiano, manifestó que a pesar de que si se cuenta con el apoyo del Mies también se desarrolla autogestión, otras fuentes de financiamiento ya que se debe brindar un trabajo integral que lo hacen con el mayor profesionalismo. (FCT)