Ambato entre las ciudades que más irrespeta las restricciones

AGLOMERACIÓN. En la avenida Bolivariana se han realizado varias ferias.
AGLOMERACIÓN. En la avenida Bolivariana se han realizado varias ferias.

Ambato se encuentra entre las ciudades con mayor incumplimiento de restricciones, a esta se suma Quito, Guayaquil y Babahoyo, por lo que una de las principales problemáticas que ha atendido la Policía Nacional, los agentes de Tránsito y agentes de Control Municipalson las alertas de aglomeración de personas.

Según datos del Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 en Tungurahua se han dado 650 llamadas en 40 días relacionadas a este tema, 444 corresponden a Ambato, lo que significa un 68% de atenciones y las demás se dividen en los diferentes cantones.

Los sectores más conflictivos a los que han tenido que asistir los uniformados son la avenida Bolivariana, avenida Aníbal Granja, La Joya, sector del Parque Industrial, entrada a Puerto Arturo, alrededores de la plaza Primero de Mayo, parroquia Santa Rosa y el centro de Ambato.

En la mayoría de llamadas la gente requería que retiren a comerciantes informales, que desde horas de la madrugada se ubicaban en las calles, tampoco tomaban las medidas de seguridad pertinentes, como el uso de la mascarilla, guantes o la utilización de trajes antifluidos.

Llamadas de alerta por cantones Tungurahua

Ambato
444

Pelileo
70

Quero
40

Píllaro
34

Patate
17

Tisaleo
16

Baños
14

Cevallos
8

Mocha
7

Molestias

Los moradores de estos sectores optaron por cerrar las vías y no permitir el paso de camiones, por lo que ubicaron cintas, alambres de púas, troncos de árboles, cadenas y hasta quemaron llantas para intentar estar tranquilos sin la presencia de comerciantes.

Luis Fernando Pérez, habitante del sector del barrio El Jordán, en La Joya, mencionó que desde el inicio de la emergencia sanitaria se vio afectado por el arribo de varios camiones.

“A los conductores no les importaba nada se estacionban en cualquie espacio, incluso tapando las salidas de nuestros garajes, un día intenté sacar mi vehículo y los comerciantes empezaron a insultarme e incluso golpearon mi carro”, dijo Pérez.

Esa misma noche se organizaron entre vecinos e impidieron que los vendedores vuelvan a llegar a su barrio, pues la aglomeración de personas no era el único problema, ya que después de que se despejan las calles, la basura era evidente, habían malos olores y algunas paredes hasta se convirtieron en urinarios.

Más problemas

Mientras que Carmen Solís, otra moradora del sector, dijo que tiene terror de morirse por coronavirus y lo que le enoja es que ella cumple con quedarse en casa y no es justo que personas de otros lugares lleguen al barrio. Además, comentó que existen bodegas clandestinas en varias casas del lugar, donde guardan los productos para luego comercializarlos.

“Los estibadores no cuentan con las protecciones necesarias, son ellos que transitan más por esta zona. Como nos demoramos en actuar y estando más cerca del mercado Mayorista debimos unirnos para estar un poco seguros, hasta que finalice esta emergencia”, comentó Solís.

Gisela Acosta, moradora del barrio Pishilata, contó que el ruido que hacían los camiones ocasionaba que ella y su familia se despierten antes de las 04:00, y a pesar que trataban de impedir que los carros se estacionen a las afueras de sus casas no lo lograron.

“Con lo que se abrió el Mayorista ya los camiones no llegan a este sitio y eso nos ha dado calma, poder dormir tranquilos”, finalizó. (EV)