A lo largo de la Panamericana Norte, desde el partidero a Píllaro hasta la altura del Parque Industrial, existe un significativo número de locales de diferentes giros comerciales, los que de a poco empiezan a dar atención.
En esta zona es común ver con puertas semiabiertas a ferreterías, rectificadoras, lubricadoras, madereras, entre otras actividades que todavía no cuentan con la autorización para empezar a funcionar, debido a la restricción de movilidad a causa de la emergencia sanitaria.
Elías Castro, que vive por el sector, señaló que aunque la actividad comercial no es igual que antes de la aparición del coronavirus, sin embargo de lunes a sábado se puede ver un significativo movimiento por el lugar.
«Nosotros entendemos que la gente necesite reactivar su economía, pues todos estamos perdiendo, pero si seguimos sin prestarle atención a las medidas preventivas vamos a tener que estar encerrados más tiempo», puntualizó el hombre.
Mientras tanto los comerciantes, quienes están renuentes a dar declaraciones, sólo comentan que es indispensable empezar a trabajar para no irse a la quiebra.
«Nosotros trabajamos con todas las medidas de protección y prevención, pero no podemos seguir más tiempo paralizados de lo contrario ya no vamos tener ni para comer», comentó la propietaria de una de las ferreterías a lo largo de la avenida pero que prefirió mantener su nombre en reserva. (NVP)