QUITO, (AFP)
Un multitudinario y colorido recibimiento rodeó este martes el regreso a Quito de la selección ecuatoriana de fútbol, tras su decorosa participación en la Copa Mundo de Alemania, en la que alcanzó su mayor logro deportivo al acceder y caer en octavos de final ante Inglaterra.
«Sí se pudo, sí se podrá, también se podrá hacer si uno tiene el apoyo de ustedes. En mi labor de técnico, nunca había sido tan fácil, cuando se tiene a gente como la ecuatoriana, que sólo quiere representar bien al país», dijo exultante el técnico colombiano, Luis Fernando Suárez.
Miles de personas se volcaron a las calles para acompañar el regreso de la Tricolor, que pese a su derrota ante el club inglés el domingo pasado en Stuttgart por la mínima diferencia, pisó la gloria al clasificarse a octavos de final, tras victorias sobre Polonia y Costa Rica y caída ante Alemania en la primera ronda.
«No hay palabras para este momento, creo que esto lo han creado ustedes, con su fuerza y positivismo pudimos representar dignamente al país», declaró, también emocionado, el capitán del plantel, Iván Hurtado.
El equipo de Suárez fue recibido con efusivas muestras de afecto, que acompañaron el recorrido de los jugadores hasta el estadio Atahualpa, adonde ingresaron investidos como héroes.
«Nos han dado una lección y todo el pueblo ecuatoriano la ha recibido con el corazón abierto, y esa es la que queremos agradecer. En Alemania han sembrado una futuro luminoso para este país. Gracias a nombre de los 13 millones de ecuatorianos», señaló el ministro de Interior, Felipe Vega.
Tras sus palabras de agradecimiento, Suárez y sus jugadores se subieron en un carro de bomberos que los llevó por las principales calles de la ciudad, repletas de aficionados que les ofrendaron las más cálidos gestos de recibimiento.
El lunes la selección será condecorada por el presidente Alfredo Palacio en reconocimiento a su destacado papel en el Mundial de Alemania en la sede presidencial, donde también asistirán a un almuerzo, señaló el secretario de Comunicación, Enrique Proaño.
