Papá: Otro ser que nos mueve

Oswaldo Rivera V.
La Hora

Dentro de la familia, el Padre representa el modelo, coopera con amor, decisión y sentido humano; educa, mantiene, defiende y da ejemplo para consolidar la vida moral y cultural. La grandeza y vigor de un pueblo tiene consistencia a través del núcleo familiar. El Padre analiza y comprende los problemas e impulsa con proporcionalidad material y espiritual los mejores caminos de prosperidad,

El tercer domingo de junio se celebra el Día del Padre y se estableció por iniciativa de la señora Marily Bruce que inspirada en una elevada acción de Padre, ayudó en la crianza de seis niños huérfanos. La señora Bruce comprendió que no era posible limitar esfuerzos exclusivamente a favor propio, sino a favor de los demás.

La bondad de su padre merecía reconocimiento y gratitud y en su honor se celebró la primera fiesta de homenaje en Spokane, Washington, el año 1910. Hecho de especial surgimiento que realza la misión del Padre en la formación de los hijos para una mejor existencia.

Orientaciones

El padre participa en el crecimiento de los hijos con su madre, aunque tanga poco tiempo busca los momentos más propicios para con afecto y cariño compartir juegos, dialogar, practicar acciones intelectuales y recreativas. El Padre demostrará confianza y encauzamiento en los casos más difíciles. Conductor y amigo les guiará en el trabajo y en el estudio, la ciencia y la cultura, comprometiéndoles a la acción de mente y corazón.

A veces, el Padre sea pobre o rico, es autoritario, proclive a los vicios con lo cual perjudica a sus hijos. El hogar requiere educación y trabajo, vinculado a la cooperación y sentido humano de conciencia. Necesitamos enderezar los instintos, las pasiones y los comportamientos agresivos, con reflexiones y procedimientos relativos a la higiene del alma.

Misiones diarias

El Padre unificará el hogar con amor y comprensión. Analizará y apreciará diferencias, desigualdades y las borrará mediante acciones justas inspiradas en la prudencia y en una conciencia clara que descubra la razón profunda de los actos.

El Padre con sus orientaciones y ejemplo confronta su conciencia con la conciencia de sus hijos para que sean capaces de descubrir el sabor del sacrificio y del trabajo, superando a aquellos que disminuyen el pan o lo vuelven inalcanzable.

Celebración
El reconocimiento

Celebrar el día del Padre, significa reconocer su labor minuciosa, basta haber recibido su cariño y ayuda diaria para saber que el Padre merece nuestra gratitud y respeto.

Esposa e hijos aquilatarán la virtuosidad dinámica del Padre y sentirán los valores de la familia fundiéndolos orgullosamente en la sociedad. La obligación espontánea es llegar al Padre ayudándole en sus vicisitudes. Le estimularemos en sus triunfos, démosle cariño en su soledad y perdonemos sus errores.

La figura del Padre en este día y todos los días merece reconocimiento por sus orientaciones, su bondad, su comprensión ante las flaquezas humanas y su rectitud discreta. Démosle respeto y gratitud.