Durante un recorrido por el estuario del río Esmeraldas, se constataron los efectos de la contaminación en algunos sectores, debido a las aguas servidas expulsadas sin ningún tratamiento hacia ese afluente.
Desde las lomas de la ciudad los manglares se observan frondosos. Muchos han alcanzado una altura considerable, convirtiéndose en sitios atractivos para propios y visitantes.
La Cámara de la Pesquería ha empezado a impulsar un proyecto de turismo ecológico y regatas fluviales para su conservación, pero se necesita el apoyo de las autoridades de la provincia.
Uno de los mayores problemas es la cantidad de aguas servidas que desembocan al estuario, empezando desde el barrio 6 de Enero por la ribera del Esmeraldas, La Barraca, Las Malvinas, Puerto Limón, Bellavista Norte y Ciudadela Naval.
El gerente de la Unidad de Protección Ambiental de Petroecuador, Diógenes Cuero Caicedo, propone una reunión con todas las autoridades para encontrar una solución, con el propósito de evitar la pérdida de este importante recurso natural.
Los representantes de las organizaciones recorrieron en lanchas los sitios amenazados por la contaminación.