El escenario actual para encontrar administradores del Estado capaces y honestos, para un modelo llamado democrático es espeluznante, más aún con 200 años de vida como república; muy poco ha cambiado, las ambiciones y la intriga siguen evidenciando que los llamados humanos, aquí, aún no llegan a la plenitud cerebral.
Empezó la campaña en medios y redes, con un intenso fuego cruzado de ataques de todo nivel, revelando que la estrategia actual es dar manivela a las emociones que nos llevan a creer en cualquier cosa, por absurda que sea, así, en el momento de elegir elevarán a los “altares de la Patria” a cualquiera, con consecuencias complejas para unos y otros.
Los “mensajes” en redes están llenos de noticias falsas que corren de aquí para allá, en tanto otros comunicadores en radio y televisión manejan un discurso marcadamente inclinado, invitan como entrevistados solo a los “conocidos”, que con discursos ambiguos o recontra neoliberales y camuflando su intención pretenden sugerir que lo mejor es ir a modelos donde otros países fracasaron.
No hay una forma nueva que busque equilibrar la sociedad, al parecer según ellos, no existe “sociedad” como dictaminara la Thatcher en su momento, solamente hay individuos atados por el dinero y el poder, por tanto nunca habrá la paz deseada, sin entender que lo que estamos viendo en todo el continente, es la consecuencia del abandono a las mayorías, ya que las élites no han sido capaces de generar trabajo y servicios sociales suficientes y eficientes para todos, lo que incluye al imperio del norte que en poco será reemplazado por el imperio Chino del oeste.
Nadie nos librará de intenciones autocráticas disimuladas como democracias o regidas por partidos hegemónicos únicos, estamos solos en el espacio.