El debutante y Fagin

En la novela “Oliver Twist” de Charles Dickens, basada en hechos reales del siglo XVIII en Londres, uno de los personajes principales es Fagin, quien lidera una organización delincuencial, donde corrompe y adiestra a jóvenes y niños para el robo. Finalmente, el personaje es apresado, enjuiciado y ahorcado. En el Ecuador, donde rige un derecho penal humanitario, se le hubiese impuesto una pena de ocho años de prisión.

Los jueces penales en nuestro país, que son los mismos de los dos últimos gobiernos, han sentenciado en el caso “Sobornos” desde a la cabeza hasta a los adiestrados subordinados por crimen organizado. Con pruebas evidentes, que avergüenzan a la Nación, porque el robo es por parte del Gobierno al Estado, al pueblo.

De este mundo delincuencial ha surgido un debutante candidato presidencial, sin más antecedentes que haber servido en funciones públicas a sus enjuiciados, presos o fugados mentores. Se debe exigir que un candidato a tan alto sitial tenga preparación política, liderazgo, una vida dedicada al servicio de la sociedad. Cuando el único resultado de sus maestros es un país en crisis económica, desmoralizado por la corrupción, endeudado, lleno de ira ante la impunidad y el aprovechamiento de tal banda de malhechores.

El número de despistados o malvados es infinito: ex mandatarios latinoamericanos han manifestado que la sanción a Correa es “persecución política”. Afirmación que ofende al país, ante el silencio de la Cancillería. Los firmantes de aquel infundio han destruido sus países: Maduro, mediante el narco tráfico y la represión; Cristina, enjuiciada penalmente (salvo que jueces ad hoc la salven); Lula, beneficiario de bienes ilícitos; Ortega-Murillo e hijos, nuevos millonarios de Nicaragua; el ingenuo socialista Mujica (quien dijo que el pueblo no debe ponerse delante de los tanques porque es peligroso); los herederos de los Castros, dueños privados de Cuba, mediante el robo y la expropiación; Lugo, ex cura seductor; E. Samper Pizano, cuya campaña presidencial se evidenció judicialmente que fue financiada por el Cartel de Cali. Fagines Siglo XXI.