Victoria en Chile reveló antipatía hacia los políticos

Vencedores. Decenas de personas celebran luego de conocer los resultados parciales del plebiscito constitucional, por una nueva Carta Magna. EFE
Vencedores. Decenas de personas celebran luego de conocer los resultados parciales del plebiscito constitucional, por una nueva Carta Magna. EFE

La participación en el plebiscito chileno marcó un récord histórico, pese a la pandemia, sepultando la Constitución de Pinochet.

Tras los apabullantes resultados del histórico plebiscito a favor de un proceso constituyente en Chile, liderado íntegramente por ciudadanos, los partidos políticos trataron de asimilar este lunes una votación que pone de manifiesto la gran desafección que existe hacia ellos.

El presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, convocó a su gabinete a primera hora de la mañana y estaba previsto que más tarde se reúna con las directivos de los cuatro partidos que integran Chile Vamos, la coalición con la que asumió el poder para su segundo mandato no consecutivo en 2018.

«Tenemos un rol ahora como Gobierno en acompañar este proceso constituyente tal como lo dispone la Constitución y por supuesto que tampoco somos neutrales en torno a los contenidos constitucionales», dijo en rueda de prensa el vocero gubernamental, Jaime Bellolio.

Rechazo al continuismo

Con el 78,2% de los votos, los chilenos decidieron el domingo reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y muy criticada por su corte neoliberal.

En la votación también arrasó, con un 78,8% de los votos, la opción de que sea una convención conformada únicamente por ciudadanos electos para ese fin y con paridad de género la que redacte en un máximo de un año el nuevo texto, que tendrá que ser aprobado en otro referéndum en 2022 para entrar en vigor.

La elección de los constituyentes se celebrará el 11 de abril y los candidatos tienen hasta el 11 de enero para inscribirse, aunque algunos ya dieron ayer un paso adelante.

El plebiscito, que se realizó bajo estrictos protocolos sanitarios por la pandemia y en el que participó más de un 50 % del padrón, se convocó para tratar de descomprimir la crisis social iniciada en octubre de 2019, la más grave desde el retorno a la democracia, con una treintena de fallecidos y miles de heridos.

Opiniones de expertos

Para los expertos, la lectura más importante que se deriva de los resultados es la «poca» confianza que la ciudadanía tiene en la política, pues solo el 21% de los votantes prefirió una convención mixta, integrada por ciudadanos electos y parlamentarios en ejercicio, una cifra mucho más baja que la pronosticada en las encuestas.

«Es un llamado a construir otros mecanismos de participación más directa con la ciudadanía. El proceso constituyente abre una ventana para nuevos liderazgos», afirmó a Efe el director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Sebastián, Jaime Abedrapo.

«La crisis de representación no se resolvió con un aumento sustantivo de la participación electoral. Este será un camino largo y duro», apuntó Marta Lagos, fundadora de Latinobarómetro.

Festejos en las calles

Tras cerrarse los colegios electorales, miles de ciudadanos salieron a las calles para seguir el conteo y celebrar lo que era ya a los pocos minutos un triunfo incontestable del proceso constituyente.

La emblemática Plaza Italia, el epicentro de las celebraciones en Santiago, amaneció ayer inundada de pancartas, botellas y banderas, restos de una fiesta en la que hubo familias, niños y adultos mayores, que duró hasta la 01:00 de la madrugada, cuando empezó a regir el toque de queda.