Un cuchillo puede preparar una deliciosa cena, pero un cuchillo puede matar. Y en estos tiempos muy pocos se atreverán a negar las ventajas de las redes sociales, pero tampoco nadie podrá negar el grave peligro de su mal uso. En el Ecuador reciente se han dado dos casos que demuestran que esas redes pueden ser armas de doble filo.
Por un lado, está el paro, durante el cual se llenaron de mensajes falsos, rumores y acusaciones que terminaron desvirtuadas. Que hubo francotiradores, se dijo y no fue cierto; y se dijeron tantas cosas, se viralizaron videos falsos, se reprodujeron mentiras. Y se hizo con tanta mala intención, que hubo quienes llegaron a decir que no se escuche a los medios periodísticos y que la gente se informara a través de las redes, donde, lamentablemente, estuvieron las mentiras.
Con la llegada del coronavirus pasó exactamente lo mismo: se inventaron hospitales llenos de contagiados, se publicaron maliciosamente fotografías de supuestos pacientes, salieron imágenes de otros países.
Pareciera como si alguien estuviera siempre esperando el momento para hacer daño y eso lo debemos combatir como sociedad. Hace falta desarrollar un sentido altamente crítico, de tamizaje, de mirar y recontra mirar para saber qué creer y que no. Pero, sobre todo, no ser parte de ese sistema de propagación: no compartir el meme dañino, el rumor infundado. ¿No será el momento preciso para debatir si es necesaria una regulación a las redes sociales? Una regulación, claro está, que no afecte la libre expresión. Nosotros solo planteamos la pregunta.
Tengan unión en cualquier tiempo que sea, porque si entre ustedes pelean los devoran los de afuera”. José Hernández Poeta argentino (1834-1886)
La mente ama lo desconocido. Le encantan las imágenes cuyo significado desconoce”. René Magritte Pintor belga (1898-1967)