Javier Díaz, presidente Ejecutivo de la Asociación e Industriales Textiles del Ecuador (AITE), explicó que este año está muy cerca de terminar en los bajos niveles de 2016, que ha sido, hasta el momento, el peor año para el sector textil desde que Ecuador se dolarizó en 2000.
Puntualizó que la paralización de 11 días en octubre profundizó aún más la crisis, que no tendrá una mejoría hasta fin de año. “La Navidad no llegó. Nosotros esperábamos un aumento de los pedidos en septiembre y octubre, pero la demanda fue mucho menor de lo esperado. Estamos muy cerca de repetir los bajísimos niveles de 2016”, enfatizó.
Desde 2018, tres grandes empresas han cerrado y, según datos de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria (Capeipi), la mitad de sus empresas afiliadas, que operan en el sector textil, han cerrado o se han trasladado a la informalidad en el último año. Esto quiere decir una pérdida de más de 100 empresas.
Uno de los resultados directos de esta situación es que más de 12.000 personas han perdido su empleo. La cifra no es más grande, porque la informalidad ha crecido y da sustento precario a más de 120.000 ecuatorianos dentro de la actividad textilera.
El empleo adecuado (al menos Salario Básico, todas las prestaciones de Ley y 8 horas de trabajo) cayó un 9%, pasando de más de 52.300 personas a solo 48.000 trabajadores.
Desplome de ventas
EL DATO
El sector textil da empleo adecuado a 48.000 personas, pero la informalidad da sustento a 120.000 ecuatorianos.Díaz afirmó que las ventas nacionales de telas e hilos disminuyeron en 72,9 millones, en este caso, un 23,16%. Con esto totalizan 241,9 millones. En el caso de las prendas de vestir confeccionadas, la caída es de 105,6 millones (17,84%), con lo que se alcanzaron ventas de 485,5 millones.
Solo las exportaciones tuvieron un incremento del 55%, pero como resultado de un contrato especial, alcanzado por una empresa ecuatoriana, para vender confecciones a Estados Unidos.
Con respecto a la Ley de Crecimiento Económico, que se tramita en la Asamblea, el representante del sector textilero recalcó que la iniciativa le quita recursos al aparato productivo. (JS)
Javier Díaz, presidente Ejecutivo de la Asociación e Industriales Textiles del Ecuador (AITE), explicó que este año está muy cerca de terminar en los bajos niveles de 2016, que ha sido, hasta el momento, el peor año para el sector textil desde que Ecuador se dolarizó en 2000.
Puntualizó que la paralización de 11 días en octubre profundizó aún más la crisis, que no tendrá una mejoría hasta fin de año. “La Navidad no llegó. Nosotros esperábamos un aumento de los pedidos en septiembre y octubre, pero la demanda fue mucho menor de lo esperado. Estamos muy cerca de repetir los bajísimos niveles de 2016”, enfatizó.
Desde 2018, tres grandes empresas han cerrado y, según datos de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria (Capeipi), la mitad de sus empresas afiliadas, que operan en el sector textil, han cerrado o se han trasladado a la informalidad en el último año. Esto quiere decir una pérdida de más de 100 empresas.
Uno de los resultados directos de esta situación es que más de 12.000 personas han perdido su empleo. La cifra no es más grande, porque la informalidad ha crecido y da sustento precario a más de 120.000 ecuatorianos dentro de la actividad textilera.
El empleo adecuado (al menos Salario Básico, todas las prestaciones de Ley y 8 horas de trabajo) cayó un 9%, pasando de más de 52.300 personas a solo 48.000 trabajadores.
Desplome de ventas
EL DATO
El sector textil da empleo adecuado a 48.000 personas, pero la informalidad da sustento a 120.000 ecuatorianos.Díaz afirmó que las ventas nacionales de telas e hilos disminuyeron en 72,9 millones, en este caso, un 23,16%. Con esto totalizan 241,9 millones. En el caso de las prendas de vestir confeccionadas, la caída es de 105,6 millones (17,84%), con lo que se alcanzaron ventas de 485,5 millones.
Solo las exportaciones tuvieron un incremento del 55%, pero como resultado de un contrato especial, alcanzado por una empresa ecuatoriana, para vender confecciones a Estados Unidos.
Con respecto a la Ley de Crecimiento Económico, que se tramita en la Asamblea, el representante del sector textilero recalcó que la iniciativa le quita recursos al aparato productivo. (JS)
Javier Díaz, presidente Ejecutivo de la Asociación e Industriales Textiles del Ecuador (AITE), explicó que este año está muy cerca de terminar en los bajos niveles de 2016, que ha sido, hasta el momento, el peor año para el sector textil desde que Ecuador se dolarizó en 2000.
Puntualizó que la paralización de 11 días en octubre profundizó aún más la crisis, que no tendrá una mejoría hasta fin de año. “La Navidad no llegó. Nosotros esperábamos un aumento de los pedidos en septiembre y octubre, pero la demanda fue mucho menor de lo esperado. Estamos muy cerca de repetir los bajísimos niveles de 2016”, enfatizó.
Desde 2018, tres grandes empresas han cerrado y, según datos de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria (Capeipi), la mitad de sus empresas afiliadas, que operan en el sector textil, han cerrado o se han trasladado a la informalidad en el último año. Esto quiere decir una pérdida de más de 100 empresas.
Uno de los resultados directos de esta situación es que más de 12.000 personas han perdido su empleo. La cifra no es más grande, porque la informalidad ha crecido y da sustento precario a más de 120.000 ecuatorianos dentro de la actividad textilera.
El empleo adecuado (al menos Salario Básico, todas las prestaciones de Ley y 8 horas de trabajo) cayó un 9%, pasando de más de 52.300 personas a solo 48.000 trabajadores.
Desplome de ventas
EL DATO
El sector textil da empleo adecuado a 48.000 personas, pero la informalidad da sustento a 120.000 ecuatorianos.Díaz afirmó que las ventas nacionales de telas e hilos disminuyeron en 72,9 millones, en este caso, un 23,16%. Con esto totalizan 241,9 millones. En el caso de las prendas de vestir confeccionadas, la caída es de 105,6 millones (17,84%), con lo que se alcanzaron ventas de 485,5 millones.
Solo las exportaciones tuvieron un incremento del 55%, pero como resultado de un contrato especial, alcanzado por una empresa ecuatoriana, para vender confecciones a Estados Unidos.
Con respecto a la Ley de Crecimiento Económico, que se tramita en la Asamblea, el representante del sector textilero recalcó que la iniciativa le quita recursos al aparato productivo. (JS)
Javier Díaz, presidente Ejecutivo de la Asociación e Industriales Textiles del Ecuador (AITE), explicó que este año está muy cerca de terminar en los bajos niveles de 2016, que ha sido, hasta el momento, el peor año para el sector textil desde que Ecuador se dolarizó en 2000.
Puntualizó que la paralización de 11 días en octubre profundizó aún más la crisis, que no tendrá una mejoría hasta fin de año. “La Navidad no llegó. Nosotros esperábamos un aumento de los pedidos en septiembre y octubre, pero la demanda fue mucho menor de lo esperado. Estamos muy cerca de repetir los bajísimos niveles de 2016”, enfatizó.
Desde 2018, tres grandes empresas han cerrado y, según datos de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria (Capeipi), la mitad de sus empresas afiliadas, que operan en el sector textil, han cerrado o se han trasladado a la informalidad en el último año. Esto quiere decir una pérdida de más de 100 empresas.
Uno de los resultados directos de esta situación es que más de 12.000 personas han perdido su empleo. La cifra no es más grande, porque la informalidad ha crecido y da sustento precario a más de 120.000 ecuatorianos dentro de la actividad textilera.
El empleo adecuado (al menos Salario Básico, todas las prestaciones de Ley y 8 horas de trabajo) cayó un 9%, pasando de más de 52.300 personas a solo 48.000 trabajadores.
Desplome de ventas
EL DATO
El sector textil da empleo adecuado a 48.000 personas, pero la informalidad da sustento a 120.000 ecuatorianos.Díaz afirmó que las ventas nacionales de telas e hilos disminuyeron en 72,9 millones, en este caso, un 23,16%. Con esto totalizan 241,9 millones. En el caso de las prendas de vestir confeccionadas, la caída es de 105,6 millones (17,84%), con lo que se alcanzaron ventas de 485,5 millones.
Solo las exportaciones tuvieron un incremento del 55%, pero como resultado de un contrato especial, alcanzado por una empresa ecuatoriana, para vender confecciones a Estados Unidos.
Con respecto a la Ley de Crecimiento Económico, que se tramita en la Asamblea, el representante del sector textilero recalcó que la iniciativa le quita recursos al aparato productivo. (JS)