Subsidio o caos: no es ético

Orlando Amores Terán

El paro de la transportación fue dispuesto por orden de Maduro y Castro, a eso viajaron sus lacayos a Venezuela y Cuba. Ahora se entiende el modo de ejecutarlo: con saqueo, vandalismo, comportamiento que adoptan los esbirros de la revolución narco-comunista, para generar terror en la población, que previamente fue desarmada, por sugerencia del mando de FFAA, vinculado al narco-comunismo.

No se explica de otro modo, cómo antes del régimen narco-comunista, era permitido fabricar y usar armas. A partir del régimen narco-terrorista, no es permitido. Pero hasta ahí llegaron, develaron sus intenciones, evidenciaron sus bandas delincuenciales, esa es su demostración de fuerza.

Hoy el régimen, no puede interferir en los procesos penales que debe iniciar de oficio la Fiscalía, contra quienes dirigieron el paro y lo incitaron, independientemente de las negociaciones. Debe decretar que todo vehículo utilizado para obstaculizar la libre movilidad, sea requisado, porque son parte del sector estratégico, de acuerdo al Art. 313CR.

A los funcionarios públicos que participaron del paro, debe cancelarlos. A los extranjeros, deportarlos. Es el momento de poner en disponibilidad a los generales vinculados al régimen anterior, y entregar el mando de FFAA y Policía, a quienes no son adeptos al narco-comunismo.

Si no asume estas medidas, mantendrán el paro, saben cuantos y quienes son sus aliados y «afectados». Con la eliminación del subsidio a los combustibles, se les acabó 45 años de farra a navieras que se enriquecieron vendiendo en alta mar, combustible subsidiado, que era más rentable que la pesca; a dirigentes transportistas, acostumbrados a combustible subvencionado, vehículos, repuestos liberados de impuestos y a mal tratar a sus choferes, mientras todos pagábamos la subvención. No es ético. El régimen debe impedir el caos, devolvernos el derecho a portar armas, para apoyar la lucha contra el crimen organizado.

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