POR: Laura Benítez
En los últimos tiempos la fiebre del oro ha cautivado a mucha gente, como son los buscadores de este precioso metal, personas que se desplazan desde el sur del país y otros lugares para probar suerte en las provincias de Imbabura y Carchi, averiguando diversas rutas como las comentadas en el cantón Mira, donde comienzan a hacer una parada y buscan los sitios donde se presume que hay gente dedicada a esta actividad minera.
En una de las comunidades de este cantón, que es uno de los lugares que estaría bajo el control de las autoridades, hasta este territorio hace poco tiempo se trasladaban centenares de personas en busca de metales, generando un ambiente de inseguridad y violencia que finalmente fue controlado.
Se especula que en la parroquia La Concepción, en una de sus comunidades, se estaría haciendo explotaciones mineras ilegales, que como ecologistas estamos en contra de la explotación minera ya que nuestras vertientes de agua se contaminan con los venenos utilizados en estas excavaciones. En este lugar por el momento no ha sido sorprendida persona alguna, pero en el primer operativo realizado por las autoridades se encontraron dos acémilas y se observaron excavaciones de 20 centímetros de donde se presume han sacado muestras.
Es preocupante para sus dueños y la gente que vive en esos territorios, porque por esos lugares se encuentran canales de agua, donde hay socavones y se estarían efectuando orificios que se presume son afectados por estos buscadores de oro.
Es así que en la zona de Buenos Aires de la provincia de Imbabura se ha logrado decomisar 100 toneladas de material rocoso, que se calcula que de una volqueta se puede extraer de tres y medio a cuatro kilos de oro, según los expertos en la materia.
El daño causado por esta gente aventurera en busca del oro, es el fenómeno más grave por el que está pasando nuestro país .Sin tomar en cuenta el daño que están causando a la naturaleza y el medio ambiente.