Luis Muñoz Muñoz
El año 2019,viene acompañado de la campaña electoral para elegir las dignidades de elección popular, en consecuencia la polarización de fuerzas será mucho mayor, en un país que tiene gravísimos problemas sociales, políticos , económicos y financieros, y que se ha visto agobiado por una enorme corrupción, que se encuentra a todo nivel, sin haberse recuperado el dinero que alegremente se llevaron los corruptos, los organismos de control y de justicia poco o nada han hecho para investigar y sancionar diligentemente y con severidad, como era de esperarse, lo que hubiese evitado la imposición de nuevos impuestos al pueblo ecuatoriano. Empero, ninguno de los candidatos será lo suficientemente sincero para advertir a los electores que vienen días difíciles y críticos, porque la situación económica es clamorosa. Sus arengas estarán cargadas de una gran dosis de demagogia, para hacer creer a los incautos, que vamos a alcanzar el desarrollo de los pueblos y regiones con tan sólo el entusiasmo que se ponga en los GADS, parroquiales, cantonales y Provinciales. Eso significa que la incertidumbre se mantendrá, los problemas de fondo no serán tratados y los Gobiernos descentralizados como hoy se denominan , se conducirán de manera improvisada con pequeños parches en los asuntos más críticos, para “salir del apuro”, como se dice popularmente. Se vienen tiempos difíciles en el año 2019, pero el mayor peso lo soporta la gran mayoría de ecuatorianos que se debaten entre el hambre y la miseria. El futuro del país está supeditado a los intereses de grupos o sectores políticos que detentan el poder y han conseguido su “modus vivendi”, del cual no quieren desprenderse, porque les ha permitido acumular grandes fortunas en base a coimas y negociados. El panorama que se avizora para el año 2019, es desalentador para los sectores populares, porque se incrementará la pobreza y serán escasas las oportunidades de trabajo. (O)