“El país no merece esta inestabilidad, por lo que presento la renuncia a mi cargo como Vicepresidenta”, escribió Vicuña.
En menos de 24 horas, el discurso de quien hasta ayer era la vicepresidenta del Ecuador, María Alejandra Vicuña, cambió radicalmente. El lunes, a través del oficio No VPR-VP-2018-00231-0 solicitó al presidente, Lenín Moreno, licencia sin remuneración hasta el 31 de diciembre.
En cambio, la tarde de ayer en una grabación de cuatro minutos, luciendo solo con la bandera del Ecuador en la parte posterior izquierda, anuncia que renuncia al cargo para defenderse de las denuncias, una de ellas que habría cobrado diezmos durante su periodo como asambleísta.
“El país no merece esta inestabilidad, por lo que presento la renuncia a mi cargo como Vicepresidenta; no me voy a prestar para que se abone a rumores de muerte cruzada, de renuncia del Presidente o de grave conmoción interna. ¡Toda acción es en beneficio de los ciudadanos!”, escribió Vicuña en su cuenta oficial @marialevicuna
Voces de los esmeraldeños
En ese contexto, Diario La Hora buscó el criterio de líderes políticos de Esmeraldas, entre ellos de Alianza Bolivariana Alfarista (ABA) del que es parte Vicuña y de Alianza PAIS, del ala gobiernista. Los primeros se excusaron y de los segundos estamos a la espera de su respuesta.
Quien sí se pronunció fue el jurista y exdelegado provincial de la Contraloría en Esmeraldas, Cristian Nájera Ruiz, que está convencido en dos temas: que la renuncia era necesaria para la estabilidad e imagen institucional del Ejecutivo, y que ese tipo de acciones aumenta el riesgo país.
Jurídicamente explica que el camino a seguir por el Primer Mandatario para la sucesión del Vicepresidente, es aplicando el artículo 150 de la Constitución. “Se deberá mandar una terna a la Asamblea Nacional para que con el voto conforme de la mayoría se elija a la nueva autoridad”, explica el profesional.
No a elecciones
Aclara que en este caso no aplica llamar a elecciones populares, debido a que el Mandatario, incluso, tiene la opción de aplicar el artículo 146 de Carta Magna, que le permite nombrar de entre sus ministros tal como lo hizo cuando salió en 2017 el exvicepresidente, Jorge Glas: “designación de confianza”.
Oswaldo López Estupiñán, recientemente nominado el voluntario del año por el Club de Leones, sin dudar dijo que lo mejor que ha hecho la Vicepresidenta en relación a las denuncias en presentar su renuncia.
“No era necesario acudir a la violencia o esperar a que hablen mal de su familia, de esa forma salva su reputación y la del Estado. Donde se tiene que juzgar, de ser el caso, es en los juzgados”. López lamenta que esos hechos den una mala imagen con otras naciones.
Callan los robos
“Es penoso decirlo que sí hay sentencia para el que se roba una gallina, pero los que roban en la política, para ello se callan, se omite y dejan que el tiempo lo borre con la mentira”.
Desde Unidad Popular (UP), su máximo representante en Esmeraldas, Paulino Nazareno, la renuncia de la Vicepresidenta ocurre no solo por la denuncia en su contra, sino por la ‘presión’ de los ecuatorianos.
“La corrupción estuvo en el correísmo y ahora en el morenismo. Es lamentable que donde se toque salga pus”, parafraseó Nazareno, recomendando a la Contraloría iniciar un extenso y profundo proceso de auditoría, no solo con los mandos jerárquicos, sino en todas las instituciones que reciben dinero del Estado. “Deben pagar con cárcel todos los que se apropian de los recursos del país”, sentenció.