Plastificamos

Andrés Pachano

El desecho del plástico es una horrorosa pandemia que corroe la vida del mundo. Su uso masivo la está matando.

En nuestra infancia, incluso en los albores de la adolescencia, el uso del plástico en nuestro medio era una especie de novelería. Como ha sido usual en nuestra historia, todos los adelantos tecnológicos han llegado tarde a nuestra sociedad, este no fue la excepción y el uso comercial e indiscriminado en nuestro medio, comenzó a generalizarse –casi estoy seguro- en la segunda mitad del siglo XX.

Hagamos memoria y veamos en nuestro recuerdo que, por ejemplo, forrábamos los cuadernos de la escuela e incluso del colegio, con papel; este era elemento obligado que constaba en las cálidas “listas de útiles” anuales; hoy en ellas consta como requerimiento obligado el “forro plástico”; cierto es que es más duradero, protege de mejor manera a los cuadernos, es impermeable, pero de ninguna manera es imprescindible para este menester y concluida su utilidad, va a parar a la basura, a los ríos, al mar. Contribuye a la muerte de la fauna.

Acordémonos cuando nos mandaban a comprar “el pan para el café”, este nos entregaban en bolsas de papel que, también es cierto, inmediatamente absorbía la manteca del pan; hoy exigimos funda plástica para evitar esa molestia (cuando ponen la manteca cada vez más escasa en el pan), pero por esa grasa en las manos nadie ha muerto, por el plástico de sus envolturas, se están extinguiendo especies animales.

A nuestras madres y a nosotros mismos, aparte de alguna leve lastimadura, nunca nos afectó el ir de compras al mercado con los canastos de carrizo, útiles y hermosos, cuyos desechos cuando cumplieron su utilidad, no mataron a ningún animal ni agredieron al suelo agrícola, como si lo hacen los restos de las feas bolsas de plástico.

Con el uso generalizado de este derivado de petróleo se está, literalmente, plastificando al mundo; hoy mismo, en el Océano Pacífico, en el lugar al que confluyen las corrientes marinas, existe ya un “isla” de plástico que frisa centenas de kilómetros de largo, horrorosa dimensión de la catástrofe.

Eliminemos al menos el uso generalizado de las bolsas de plástico; la vida nos agradecerá.