POR: Laura Benítez Cisneros
La designación del dirigente empresarial como Ministro de Finanzas, fue una aceptación precisa por el Presidente Moreno, para llenar los vacíos que sentimos los ecuatorianos ante la escuálida económica por la que atraviesa nuestro país. Es una tarea compleja y difícil que tiene que afrontar el nuevo Ministro ante esta crisis.
Ha despertado interés en los diversos sectores productivos ecuatorianos y en los inversionistas extranjeros que están deseosos de invertir, nuestro país comienza a observarse con más atención en la región americana, que tiene un programa llamado invierte en América Latina, que durante 10 años pasó desapercibido por el anterior régimen.
El plan económico del proyecto de ley que se ha enviado a la Asamblea, según manifiesta el señor Ministro es “activar la inversión privada y corregir el sistema fiscal, mejorando la calidad de vida de la gente, en los diferentes sectores como: privado, jubilados y otros tratando de sacrificar los gastos sociales”. Las metas previstas son participar en la Alianza del Pacífico y la negociación de acuerdos comerciales, con los Estados Unidos de Norte América, y sus inversionistas americanos.
Esperamos que los señores asambleístas aprueben el proyecto de ley enviado, para de esta manera estabilizar las finanzas públicas, y atraer la inversión dando cumplimiento a las propuestas programadas por el Ejecutivo como lo es la exoneración de impuestos, a las inversiones nuevas con incentivos mayores para las zonas de frontera y para todos quienes anhelamos tener una vida mejor, con fuentes de trabajo, estabilidad económica, garantías, servicios, recortes en el gasto público, no más endeudamiento, manejando con pinzas las finanzas, siendo responsables, honestos y transparentes en el manejo del dinero de todos los ecuatorianos.