Oswaldo Paz y Miño J.
Dice el maestro chileno Alejandro Jodorowsky Prullansky, también nacionalizado francés, en su magnífica y trascendental obra ‘La danza de la realidad’ (que es su autobiografía imaginaria, aunque no ficticia), que “la imaginación actúa en todos los terrenos de nuestra vida, incluso en los que consideramos racionales… Por eso, no se puede abordar la realidad sin desarrollar la imaginación desde múltiples ángulos”.
Consecuente con su obra matriz, el escritor, tarólogo, terapeuta, novelista, actor y director de teatro y de películas que se han convertido en verdaderas obras de culto, como el filme ‘El topo’, publica en 2005, 2007 y 2010, tanto en España como en México, el volumen que hoy comparto: ‘El tesoro de la sombra’, una obra donde reúne dos libros: el que ya queda mencionado y ‘El paso del ganso’.
En el cuaderno antes descrito, los lectores y seguidores de Jodorowsky, que no son de la misma estirpe, tienen material condensado de arte, literatura y filosofía, donde se condensa una amplia selección de pensamientos que son un muestrario de la profundidad mental del chileno-francés universal.
Decía que no son los mismos seguidores y lectores, ya que los primeros se decantan por el pensador y sus frases, con aquellas porciones de mística y humanismo que se publican en extractos en las redes sociales; mientras que, los segundos, son lectores de fondo amantes de escritores raros, de culto, de los que no escriben para las masas y que tallan obras de enorme imaginación simbólica, enigmática, psicológica, mágica, fantástica, que ronda el mito, que deja al lector atrapado en ‘El tesoro de la sombra’.
Es lema del escritor que la vida es cuento, y el libro tiene verdaderas joyas de este rompedor de estilos llamado Jodorowsky.
Para muestra un botón de acerca de lo que escribo: “‘El laberinto inundado’: Se encontró irremediablemente perdido en un laberinto que tenía el piso lleno de agua. Al verse reflejado en ese espejo líquido pensó: ‘A mí me va mal, pero a mi reflejo le va peor. Si yo no salgo, él tampoco lo hará’. Aquel pequeño consuelo pudo alegrarlo. ‘¡Además es más débil! ¡Si le lanzo esta piedra se disolverá!’. Con una risa cruel arrojó su proyectil. Esperó que el reflejo se deformara. Éste, intacto lo observó desde la superficie. Sintió una inmensa vibración, las paredes se llenaron de ondulaciones, su cuerpo explotó en un cardumen de manchas enloquecidas. Antes de perderse en la nada, pudo darse cuenta de que su mundo había sido una ilusión acuática y de que, en realidad, el reflejo era él” (Pág. 182).
Con líneas como estas es como Jodorowsky se consolida como un creador marcado por la letra ‘G’, de gnosis, de generación, de grande. El también fundador del movimiento Pánico y de las técnicas de la psicomagia y de la psicogenealogía, reparte conocimiento sin mezquindad y en abundancia desde sus cómics, y en sus trazados literarios fundamentales que desde mis lecturas recomiendo: ‘La danza de la realidad’, ‘Psicomagia’, ‘El Cabaret Místico’, ‘El loro de siete lenguas’, ‘Las ansias carnívoras de la nada’, ‘Donde mejor canta un pájaro’, ‘El niño del jueves negro’, Albina y los hombres-perro’ y ‘La vía del Tarot’.
Para culminar el artículo de hoy, aplastamos otro botón: “‘Encuentros’: Fue rápido, alcanzó la Muerte. Fue lento, la Muerte lo alcanzó. Caminó normal, se dio cuenta de que él era la Muerte” (Pág. 106).
Simplemente, en su conjunto, literatura de arrebato, de hechizo, de embelesamiento. Diferentes para lectores de otro andarivel, ni mejor, ni peor, otro. Especial.
Alejandro Jodorowsky
Perfil
Escritor, tarólogo, terapeuta, novelista, actor y director de teatro y cine franco-chileno (Tocopilla, 17 de febrero de 1929). Ha creado dos técnicas terapéuticas que han revolucionado la psicoterapia en numerosos países: la psicogenealogía, que sirvió de base para su novela ‘Donde mejor canta un pájaro’, y la psicomagia, utilizada en ‘El niño del jueves negro’. Su autobiografía, ‘La danza de la realidad’, desarrolla y explica estas dos técnicas.
FRASE
«Es lema del escritor que la vida es cuento, y el libro tiene verdaderas joyas de este rompedor de estilos”.